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6 de desembre del 2018

Historias de Hollywood: Lee Marvin en Doce del Patíbulo (The Dirty Dozen, 1967)


A lo largo de su lustrada carrera, Lee Marvin (1924-1987) consiguió definirse como una de las presencias más vigorosas y carismáticas de la historia de Hollywood. Logró evolucionar en la industria dando vida a villanos y héroes, destacando en ambos lados del espectro. Pero pocos saben que sirvió con honores en el cuerpo de Marines durante la Segunda Guerra Mundial. Marvin estuvo destinado en el Pacífico, donde obtuvo múltiples reconocimientos al valor, incluido el Corazón Púrpura. Durante la batalla de Saipan, en las Islas Marianas, fue herido gravemente en combate, dando fin a su participación en el conflicto. Durante el siguiente año, deambuló de un hospital militar a otro hasta ser licenciado del servicio en 1945. 

A partir de entonces, trabajó en tareas diversas de mantenimiento para un teatro de provincias. Pero no tardó en tomar un rumbo diferente. La ocasión se le presentó el día en que sustituyó a uno de los actores de la compañía que había caído enfermo. En un pequeño teatro cercano a Buffalo (New York), empezó una andadura que pronto le llevó a Broadway y más tarde a Hollywood.

Su carrera fue avanzando durante la década de los cincuenta pero fue en los sesenta cuando Lee Marvin alcanzó definitivamente el estrellato. Uno de los títulos de referencia que protagonizó en esa época fue Doce del Patíbulo (The Dirty Dozen, 1967). Como ha ocurrido en muchas ocasiones a lo largo de la historia del cine, Marvin no era el candidato inicial. Llegó al papel tras la renuncia de alguien con quien había trabajado en no pocas ocasiones, el mismísimo John Wayne.

Curiosamente, el papel del Mayor John Reisman es uno de los más comúnmente asociados con Marvin y, a buen seguro, su experiencia militar podía haber sido un valor añadido para la producción. Sin embargo, el guión de Nunnally Johnson y Lukas Heller, aunque planteaba un gran espectáculo bélico, distaba mucho de guardar las mínimas verosimilitudes respecto a la acción de combate real y los procedimientos del ejército. El director Robert Aldrich buscaba el espectáculo sin cortapisas y no juzgó necesaria la presencia de asesores militares en la pre-producción ni tampoco en el rodaje, con lo cual las incorrecciones de toda índole se fueron acumulando ante el asombro de Marvin.

30 de desembre del 2016

Top ten cinéfilo 2016


Finaliza el año 2016 y es el momento de hacer balance de aquellas películas que más nos han impactado. A continuación, os presentamos las preferencias de cada uno de nosotros. Hemos tenido en cuenta las películas estrenadas en salas españolas durante el 2016. Eso incluye cintas de 2015 que aquí se estrenaron más tarde (Spotlight, El Regalo, Los Odiosos Ocho, Remember, etc.). En mi caso, lamento no haber podido visionar títulos como Animales Nocturnos, Hacksaw Ridge o Comanchería pero, en cualquier caso, el momento ha llegado y estas son las preferencias de la gente de El Cine de Hollywood. Feliz 2017 a tod@s!!!


Néstor Company

Spotlight
El Regalo (The Gift)
Remember
Capitán America: Civil War (Captain America: Civil War)
Hitchcock / Truffaut
La Llegada (Arrival)
Sully
Doctor Strange
Rogue One. A Star Wars Story
Dos Buenos Tipos (The Nice Guys)


Francesc Marí

Los Odiosos Ocho (The Hateful Eight)
Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos (Fantastic Beasts and Where to Find Them)
Eddie el Águila (Eddie the Eagle)
Zootrópolis (Zootopia)
Deadpool
Dos Buenos Tipos (The Nice Guys)
Trumbo
Jason Bourne
Star Trek: Más Allá (Star Trek: Beyond)
Doctor Strange


Eva Buendía

Spotlight
Remember
Dos Buenos Tipos (The Nice Guys)
Rogue One. A Star Wars Story
Sully
El Regalo (The Gift)
Aliados (Allied)
Espías desde el Cielo (Eye in the Sky)
Los Hombres Libres de Jones (Free State of Jones)
La Llegada (Arrival)


Carles Martinez Agenjo

El Extraño (The Wailing)
Elle
Swiss Army Man
Capitán America: Civil War (Captain America: Civil War)
Zootrópolis (Zootopia)
Comanchería (Hell or High Water)
Deadpool
Tarde para la Ira
Kiki, el Amor se Hace
Rogue One. A Star Wars Story


Adriano Calero

La Llegada (Arrival)
Paterson
Frantz
La Doncella (The Handmaiden)
Todos Queremos Algo (Everybody Wants Some!!)
El Extraño (The Wailing)
Swiss Army Man
Deadpool
Elle
Neruda


Mike Sanz

La Llegada (Arrival)
Spotlight
Captain Fantastic
El Renacido (The Revenant)
Todos Queremos Algo (Everybody Wants Some!!)
Kubo y las Dos Cuerdas Mágicas (Kubo and the Two Strings)
Calle Cloverfield 10 (10 Cloverfield Lane)
Tarde para la Ira
¡Ave, César! (Hail, Caesar!)
Dos Buenos Tipos (The Nice Guys)


Juan Pais

Historia de una Pasión (A Quiet Passion)
Hasta el Último Hombre (Hacksaw Ridge)
Animales Nocturnos (Nocturnal Animals)
Carol
La Bruja (The Witch)
Que Dios nos Perdone
Hitchcock / Truffaut
Todos Queremos Algo (Everybody Wants Some!!)
Tarde para la Ira
Spotlight


Xavi López

Deadpool
Suicide Squad
Rogue One. A Star Wars Story
Capitán America: Civil War (Captain America: Civil War)
Batman v Superman: El Amanecer de la Justicia (Batman v Superman: Dawn of Justice)
Swiss Army Man
Un Monstruo Viene a Verme (A Monster Calls)
Zootrópolis (Zootopia)
Doctor Strange
Yo, Daniel Blake (I, Daniel Blake)

In Memoriam: Carrie Fisher y Debbie Reynolds



Se viven días de lamentación profunda tras la muerte de Carrie Fisher y su madre, la briosa y legendaria actriz Debbie Reynolds. Muerte demasiado temprana para Carrie y tristeza por la desolación de su madre, arrastrada a un fin precipitado. La saga de Star Wars no volverá a ser la misma tras el fallecimiento de Carrie Fisher puesto que, a pesar de la gran distancia que la separó de Leia Organa durante años, siempre asumió la significación de la misma para millones de espectadores y nos ha regalado dos nuevas apariciones en la saga (una de ellas póstuma) que, a buen seguro, serán un gran homenaje a la trayectoria de esta actriz, guionista y escritora de éxito. Siempre fue muy sincera sobre lo que había supuesto ser hija de una actriz famosa y representó parcialmente sus vivencias emocionales en el libro que dio origen al film Postales desde el Filo (Postcards from the Edge, 1990). También aceptó propuestas de comedia e intervino en una de las mejores del cine contemporáneo, la encantadora Cuando Harry Encontró a Sally (When Harry Met Sally, 1989).

En cuanto a Debbie Reynolds desaparece una gran representante del Hollywood de los 50 y 60. Dotada de una gran voz, era una artista especialmente capacitada para el musical de gran formato. Además de su Kathy Selden de Cantando bajo la Lluvia (Singin' in the Rain, 1952), destacó en El Solterón y el Amor (The Tender Trap), Banquete de Bodas (The Catered Affair, 1956), Cómo Atrapar a un Marido (The Mating Game, 1959), La Conquista del Oeste (How the West Was Won, 1962), Perdidos en la Gran Ciudad (The Rat Race, 1960), y Molly Brown (The Unsinkable Molly Brown, 1964), entre otras. Más allá de su época de estrellato, pudimos verla en El Cielo y la Tierra (Heaven & Earth, 1993), In & Out (1997), y en el laureado telefilm Behind the Candelabra (2013).

Debbie Reynolds junto a la pequeña Carrie y su marido, el cantante y actor ocasional Eddie Fisher.

Carrie Fisher, con siete años de edad, observa a su madre sobre el escenario del Casino Riviera (Las Vegas, 1963).


Todd Fisher (hermano de Carrie), Debbie Reynolds, Carrie Fisher y la hija de ésta, Billie Lourd.

9 de desembre del 2016

Centenario de Kirk Douglas


Hoy se cumple un aniversario que debe reconvertirse ineludiblemente en un gran homenaje. Una leyenda del celuloide como Kirk Douglas cumple cien años y este aniversario es una excusa perfecta para dedicar artículos a la figura de un actor polifacético, visceral como pocos, que fue capaz de construir una carrera que le convirtió en estrella fulgurante del firmamento hollywoodiense.

Kirk y Olivia de Havilland son los últimos representantes vivos de la edad de oro de Hollywood y en ellos podemos encontrar constantes lecciones de vida. Pero centrémonos en hacer de este artículo un atrio de homenaje a este impetuoso intérprete que nació un 9 de diciembre de 1916, en el seno de una familia de inmigrantes judíos originarios de la actual Bielorusia.

Issur Danielovitch Demsky nació en Amsterdam, una pequeña localidad del interior del estado de Nueva York. Desde pequeño vivió la pobreza familiar ya que la familia era muy numerosa (el matrimonio tuvo un hijo y seis hijas) y las dificultades de su padre para encontrar trabajo le acabaron convirtiendo en trapero y chatarrero. Cuando Kirk publicó su autobiografía en 1988 la tituló muy apropiadamente como "The Ragman's Son".


No obstante, el joven Issur se sobrepuso a las penurias del ghetto donde vivían, ayudado también por una mejora de la economía familiar. Gracias a sus grandes dotes como estudiante y deportista, consiguió entrar en la St. Lawrence University donde logró una beca de interpretación que le acabó catapultando a la American Academy of Dramatic Arts. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial irrumpió en su vida y tuvo que dejar su carrera en Broadway para enrolarse en la US Navy. Fue en ese momento cuando decidió adoptar el nombre de Kirk Douglas. En 1944 fue licenciado por heridas de guerra y volvió a Nueva York donde se reunió con su por entonces esposa, Diana Dill. Regresó a los escenarios y grabó anuncios para la radio. Precisamente en 1944 nació su primer hijo, el también reconocido actor y productor Michael Douglas. Dos años después, hizo caso de la recomendación de Lauren Bacall, compañera de clase en la AADA, y acudió a las pruebas que realizaba uno de los grandes productores cinematográficos de la historia del cine, Hal B. Wallis, quien buscaba un nuevo rostro para un papel secundario en The Strange Love of Martha Ivers (1946). Acompañando a Barbara Stanwyck, Van Heflin, Lizabeth Scott y dirigido por Lewis Milestone, Douglas dio el primer paso hacia una carrera de éxito colosal en la que llegaría a intervenir en casi noventa películas, repartidas a lo largo de seis décadas.

Kirk era impetuoso, muy viril, y hacía gala de una visceralidad en la interpretación que precedió a los intérpretes surgidos del Actor's Studio a inicios de los 50. Douglas podría haber sido un galán como Robert Taylor, Gary Cooper o Cary Grant pero se encontraba más cómodo aportando muchos más matices a sus personajes y dotándolos de una furia interna que cautivaba al público, atraído por un carisma arrollador que se adecuaba a todos los géneros.


Tras su debut cinematográfico llegaron grandes títulos que le definieron como una gran estrella del celuloide: Retorno al Pasado (Out of the Past, 1947), Carta a Tres Esposas (Letter to Three Wives, 1949), El Ídolo de Barro (Champion, 1949), El Trompetista (Young Man with a Horn, 1950), El Zoo de Cristal (The Glass Menagerie, 1950), El Gran Carnaval (Ace in the Hole, 1951), Brigada 21 (Detective Story, 1951), Río de Sangre (The Big Sky, 1952), Cautivos del Mal (The Bad and the Beautiful, 1952), 20.000 Leguas de Viaje Submarino (20,000 Leagues under the Sea, 1954), La Pradera sin Ley (Man without a Star, 1955), El Loco del Pelo Rojo (Lust for Life, 1956), Duelo de Titanes (Gunfight at OK Corral, 1957), Senderos de Gloria (Paths of Glory, 1957), Los Vikingos (The Vikings, 1958), El Último Tren de Gun Hill (Last Train for Gun Hill, 1959), Un Extraño en mi Vida (Strangers When We Meet, 1960), Espartaco (Spartacus, 1960), Dos Semanas en Otra Ciudad (Two Weeks in Another Town, 1962), Los Valientes Andan Solos (Lonely Are the Brave, 1962), Siete Días de Mayo (Seven Days in May, 1964), Los Héroes de Telemark (Heroes of Telemark, 1965), Primera Victoria (In Harm's Way, 1965), Ataque al Carro Blindado (The War Wagon, 1967) y El Día de los Tramposos (There Was a Crooked Man, 1970). 

29 de novembre del 2016

La Llegada (Arrival)


La complejidad de la mente humana ha sido un tema de estudio recurrente en el cine fantástico y de ciencia ficción. A través de innumerables películas, hemos apreciado en pantalla una serie de elementos que nos han permitido únicamente arañar la superficie bajo la cual se ocultan los estudios científicos más rigurosos acerca del órgano que rige nuestras vidas.

El cine se ha encargado de resaltar estas grandes potencialidades que alberga el cerebro humano y ha sacado rédito de ello para plantear apasionantes tramas argumentales que nos han llevado más allá de lo imaginable. El misterio por lo desconocido siempre fascina pero si además esos secretos se ocultan dentro de nosotros mismos, esperando a ser descubiertos o activados, el interés aumenta todavía más. Explorar los presuntos secretos de la mente supone entrar en un terreno críptico, plagado de arenas movedizas, donde todo lo imaginable puede cobrar vida. La creatividad no tiene límites en este terreno y, cuando se añade el factor alienígena a la ecuación, la propuesta incrementa el grado de fascinación porque el ser humano alberga una sed de conocimiento constante y ansía ver otros mundos, otros seres en el universo. Se aferra a esa esperanza porque, en el fondo, no quiere ser una especie solitaria. No concibe que en el espacio infinito no haya nada más; le gusta pensar que existen auténticas civilizaciones pobladas por seres inteligentes. Tal como se decía en la espléndida Contact (1997): "Si solo estamos nosotros, cuanto espacio desaprovechado". Esta frase resume el principio que impera en la conciencia de la mayor parte de la población: la incapacidad de concebir espacios vacíos, inertes, solitarios y no aptos para la vida. Si existe un rincón vacío en nuestras casas no tardamos en llenarlo, si nos sentimos solos tratamos de conectar con otras personas. La humanidad, en su gran mayoría, busca dar pábulo a todo ello y no se rinde a la hora de organizarse entorno a la vida en comunidad.

Por todo ello, siempre que el cine propone una interacción entre humanos y alienígenas, la necesidad de conocer cómo se hilvana una nueva escena de contacto seduce a gran parte del público. Aprovechando esta mezcla entre el estudio de la mente y la llegada de una civilización alienígena a la tierra, el autor Ted Chiang construyó un relato corto cuyo título fue "Story of Your Life". Su planteamiento se construía a partir de la llegada de 12 naves alienígenas en diferentes puntos de la Tierra. Aislando la posibilidad de conflicto, Chiang se centró en el impacto extrasensorial que una civilización de seres avanzados podía tener sobre nosotros y lo centraba entorno a la protagonista principal, la doctora en lingüística avanzada Louise Banks. 

Dicho argumento sobre el cual no descubriré nada más, cautivó al guionista Eric Heisserer quien no cejó en su empeño de convertirlo en largometraje. El destino le acabó juntando con un grupo de compañías productoras que trajeron a Denis Villeneuve para el puesto de director. El realizador canadiense llevaba tiempo interesado en un argumento de ciencia ficción pero no encontraba nada que fuera de su agrado. Tras su impresionante currículum reciente (Incendies, Enemy, Prisoners, Sicario), a Villeneuve le llovían las ofertas pero se acabó decidiendo por el guión de Heisserer pues juzgó que su sensibilidad artística podía fundirse especialmente con el material.

21 de novembre del 2016

Actrices y actores frente al micro


A lo largo de la historia de Hollywood nos hemos acostumbrado a contemplar a grandes actrices y actores cantando y bailando en musicales y comedias. No obstante, siempre se ha comentado, por parte de generaciones anteriores, que eso ya no es tan habitual en el cine reciente. 

Nada más lejos de la realidad puesto que la tradición de actores polifacéticos se ha mantenido estable aun cuando la producción de musicales sí ha descendido desde la década de los sesenta. Hay intérpretes que han mostrado sus dotes sobre los escenarios teatrales de Londres y Nueva York previamente o en paralelo a su andadura en la pantalla grande. Es el caso de Catherine Zeta-Jones, Hugh Jackman, Meryl Streep, Diane Keaton, Idina Menzel, Kristin Chenoweth, Matthew Broderick, Nathan Lane, Mandy Patinkin, Sarah Jessica Parker, John Travolta, Anna Kendrick, Anne Hathaway, Amanda Seyfried, y Taye Diggs, entre otros.

No obstante, hay otras estrellas que, sin disponer de ese bagaje, probaron suerte en diversas producciones y resolvieron el reto satisfactoriamente.  Hay innumerables ejemplos pero he seleccionado cinco casos que son especialmente interesantes. Empezamos...

En 2010 se estrenó Country Strong, un drama que orbita alrededor de una estrella ficticia del género musical americano por excelencia. Gwyneth Paltrow debía enfrentarse al reto de interpretar varias canciones a gran nivel. Cierto es que no partía de una total inexperiencia puesto que ya había demostrado sus dotes vocales en el film Duets (2000), donde fue dirigida por su propio padre, Bruce Paltrow. Gwyneth estuvo acompañada en esta película por Garrett Hedlund (que también sorprendió como cantante) y por una auténtica estrella del género como Tim McGraw (quien curiosamente solamente cantaba en los títulos de crédito finales). La joven Leighton Meester completaba el casting principal de una película que dirigió Shana Feste.

He seleccionado la sentida interpretación que realiza esta cantante alcohólica, siempre al borde del precipicio emocional, que suele resarcirse cuando tiene al público delante. Os presento a Gwyneth Paltrow con el tema "Coming Home".



Viajamos hasta finales de los ochenta para referirnos a una actriz a la que no vemos demasiado en los últimos años: Michelle Pfeiffer. Debo reconocer que The Fabulous Baker Boys (1989) es una película por la que siento un cariño especial. El retrato del fracaso y la indolencia que consiguió plasmar en pantalla Steve Kloves, dotó al film de un carácter especial y la ha convertido en un clásico moderno a reivindicar.

Junto a los hermanos Beau y Jeff Bridges, Michelle Pfeiffer sorprendió en el papel de Suzie Diamond, una cantante de repertorio con poca suerte que, sin embargo, es capaz de remontar el rumbo artístico de un dúo de pianistas que no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. La sala se abre para recibir a Michelle Pfeiffer con el tema "Makin' Whoopee".



16 de novembre del 2016

Sully (2016), de Clint Eastwood



El 15 de enero de 2009 se vivió el "milagro del Hudson". El impacto de un grupo de pájaros contra un airbus A320 de la compañía US Airways, durante la fase de despegue en el aeropuerto La Guardia, causó una avería mecánica que dejó al aparato sin motores. No obstante, la pericia del capitán Chesley "Sully" Sullenberger marcó la diferencia al ser capaz de aterrizar en el río Hudson y salvar así las vidas de los más de 150 pasajeros. Tras la evacuación completa, el avión se hundió pero poco días después fue extraído del agua y ahora se exhibe en un museo de aviación en Charlotte (North Carolina). La historia de este experimentado piloto ofrece un buen bagaje más allá del acto heroico y así lo vio el productor Frank Marshall cuando se hizo con los derechos de la autobiografía de Sullenberger y encargó su adaptación al guionista Todd Komarnicki. Posteriormente, captó la atención de Clint Eastwood quien decidió convertir a Sully en su nuevo proyecto como director y productor. La última gran pieza del engranaje se completó con la entrada de Tom Hanks para asumir el rol protagonista y una parte de la producción. En suma, este es un proyecto en el que confluyen las productoras Kennedy/ Marshall, Malpaso y Playtone.

La historia de Sully podía abordarse de muy diversas formas y una de ellas sería obviamente la de utilizar el formato convencional telefilmero. No obstante, con Clint Eastwood a los mandos de este avión fílmico, cabía esperar algo más y, en especial, una serie de reivindicaciones que forman parte del carácter y la impronta de este genial cineasta. En primer lugar, Eastwood aprovecha el material para realizar una fuerte defensa del factor humano en un mundo hipertecnológico. Esa es una constante en su cine de las últimas dos décadas pero, en esta película, dispone de cancha para erigir a la figura del piloto en un campeón contra las simulaciones pre-programadas y los cálculos realizados desde un laboratorio lejano. Sully encarnó, con su decisión de mando, una reivindicación contundente del valor de la experiencia en situaciones de crisis. Cuando todos los indicadores recomendaban volver al aeropuerto de La Guardia o al de Teterboro (New Jersey), Sully valoró que eso acabaría en tragedia basándose en sus cuarenta años al frente de un cockpit. La velocidad del avión, la falta de motricidad y la baja altura, sobre un área densamente poblada, fueron factores que el piloto consideró inviables para un aterrizaje de emergencia convencional.

Por contra, en pocos segundos, fue capaz de visualizar una alternativa que podía resultar menos arriesgada pese a la extravagancia que podía suponer: hacer caer al avión en el Hudson, confiando en la flotabilidad y resistencia del aparato.  Fue una decisión de máximo riesgo ya que ni siquiera se puede considerar un amerizaje sino un aterrizaje de emergencia en terreno fluvial. Desde que los pájaros impactaron en los motores hasta que el avión contactó con el río pasaron solo 208 segundos. 208 segundos en los que las vidas de 155 personas estuvieron en vilo.


Tras el accidente, Sully (Tom Hanks) y su co-piloto, Jeff Skiles (Aaron Eckhart), sufren de estrés post-traumático y es en este momento cuando la aproximación humana y clasicista que caracteriza a Eastwood como director toma más cuerpo. A través de la siempre solvente interpretación de Hanks, el director consigue trasladarnos la ansiedad y desorientación que sufre una persona que ha tomado una decisión que afecta a un gran número de personas y que, a pesar del éxito final, ha caminado sobre la delgada línea que separa la vida y la muerte durante varios minutos. Nadie puede salir indemne de ello y Eastwood lo aprovecha para someter al espectador a su estado emocional con una serie de visiones en las que Sully cree ver como su avión se estrella en pleno centro de Manhattan, una posibilidad que quizá no habría sido tan descabellada en manos de un piloto menos experto. De nuevo, la huella del 11-S, que ha dejado terribles secuelas en la conciencia colectiva de los estadounidenses, se hace tangible. Esas imágenes nos remiten directamente al pánico que generaron los atentados de 2001 y reflejan que la producción audiovisual norteamericana, a partir de ese momento, ha incorporado un vial nuevo en su ADN caracterizado por un mayor sentido de la vulnerabilidad ante amenazas diversas.

Hablamos pues de reivindicar el factor humano, de experiencia y también de vulnerabilidad. No obstante, todo ello no podría llegar tan nítidamente al espectador sino fuera por una narración de primer nivel. Eastwood cuenta esta historia con un sentido del ritmo excelente, sin caídas ni imposturas, limitando el metraje a poco más de 90 minutos para no saturar y contar lo esencial descartando la fútil retórica. Es consciente que la historia a tratar es corta y aprovecha la película para lanzar su potente mensaje, anteriormente enunciado, intercalando las potentísimas secuencias del accidente con la investigación posterior. Con esta dualidad del relato consigue que la película tenga fluidez y el espectador quede atrapado mientras, sin darse cuenta, va recibiendo los datos necesarios para comprender el suceso. Otros directores habrían optado por un enfoque hiper-detallista que habría roto la conexión con el público. Sin embargo, Eastwood es uno de los grandes narradores de la historia del cine y no necesita extras para construir tensión y conflicto. Si a eso añadimos su habitual rigor y elegancia en la puesta en escena tenemos en Sully una nueva pieza de un mosaico imprescindible para el cine contemporáneo.


Cabe reseñar también el fenomenal trabajo del reparto liderado por un Tom Hanks extraordinariamente cómodo en el rol protagonista. Le vemos resistir, con dificultades pero de forma creíble, los envites de un NTSB (National Transportation Safety Board) empeñado en discernir cuanto hay de pericia y cuanto de temeridad en la decisión operativa del piloto. La posibilidad de perder los beneficios acumulados, tras cuatro décadas en el aire, impregna de tristeza al relato durante su mayor parte y se reafirma en las conversaciones telefónicas que mantiene Sully con su esposa Lorraine, a quien da vida con su habitual veracidad Laura Linney, una de las actrices fetiche de Eastwood (intervino en Absolute Power y Mystic River). También tenemos que destacar la labor de Aaron Eckhart, un actor fiable y eficaz cuyo tinte irónico siempre es de agradecer en sus papeles. Suya es la última frase del film así que emplazo a quien no haya visto la película a comprender el alcance de estas palabras con esa última guinda del guión. Es importante resaltar, además, la labor de otros intérpretes destacados que caracterizan con suma honestidad sus breves roles. Es el caso de Anna Gunn (conocida por su papel de Skyler White en Breaking Bad), Jamey Sheridan, Mike O'Malley, Holt McCallany, Valerie Mahaffey, Sam Huntington, Chris Bauer y Michael Rapaport.

La elegancia de Eastwood se traslada también al epílogo. En cualquier película que recrea hechos reales estamos acostumbrados a unos rótulos convencionales que no por necesarios evitan ser repetitivos. El director opta por una fórmula intermedia en la que da pie a que el propio Chesley "Sully" Sullenberger y los supervivientes del vuelo compartan un momento tremendamente emotivo ante el airbus A320 que ahora se exhibe en Charlotte. Dejar que las palabras del verdadero Sully cierren definitvaente la película mientras nos salpica la emoción y sentimiento del momento no tiene precio. La asepsia no forma parte del territorio Eastwood. Él siempre nos lleva a territorios donde gobierna la agitación y el crepitar del alma. Todos aquellos que no compran la fórmula forman parte de su larga lista de detractores.

Por si fuera poco, la música del film incluye un tema final compuesto en parte por el propio Eastwood e interpretado por The Tierney Sutton Band. El título de la canción es "Flying Home" y su presencia en forma instrumental, a lo largo del film, es un ejemplo del tono que Eastwood insufla a la película: esperanza, melancolía y superación.

Chesley Sullenberger, junto a Eastwood y Hanks.

3 de novembre del 2016

Siguiendo los pasos de Luke Cage


Netflix y Marvel Studios continúan expandiendo la propuesta televisiva global que se centra en los superhéroes más ásperos y esquivos de la "casa de las ideas". Tiempo habrá para hacer una valoración acerca de Luke Cage, su propuesta más reciente, pero antes de eso me gustaría presentar algunos de los escenarios reales donde se ha rodado esta nueva serie que cuenta con Cheo Hodari Coker como showrunner y con un reparto encabezado por Mike Colter como el virtualmente invulnerable Cage. Dentro de esta apuesta por presentar tramas hiper-adultas, canalizadas a través de un rico elenco de personajes, encontramos también a grandes intérpretes como Alfre Woodard, Mahershala Ali, Simone Missick, Theo Rossi, Rosario Dawson, Erik LaRay Harvey, Frank Whaley, Sonia Braga y Frankie Faison, entre otros.

Al inicio de la serie, vemos como Luke Cage se ha establecido en Harlem para tomar distancia de los hechos ocurridos en Hell's Kitchen con Jessica Jones. Allí trata de vivir discretamente mientras trabaja ayudando a un barbero carismático del barrio. No obstante, los hechos le acabarán arrastrando a nuevos conflictos mientras decide cual será su futuro destino como superhéroe.

La Pop's barbershop, regentada por Henry "Pop" Hunter (Frankie Faison), se encuentra en el 181 de la Malcolm X Boulevard, junto a la esquina con la calle 119. El equipo de dirección artística caracterizó el local, actualmente desocupado, y lo transformó temporalmente para dar cabida al rodaje. Incluso se añadió un pequeño muro de atrezzo delante de la entrada.






7 d’octubre del 2016

Desembarcamos en Sitges 2016: Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya



Hoy, día 7 de octubre, inicia su andadura la 49a. edición del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya. La localidad costera de Sitges, en la comarca barcelonesa de Garraf, acogerá un año más una abundante selección de películas que se engloban en el amplio abanico del género fantástico y de terror. 

Como editor jefe de la bitácora, he decidido apostar decididamente por la cobertura de este certamen de referencia. Esta iniciativa va a ser posible gracias al entusiasmo de dos colaboradores: Adriano Calero y Carles Martinez Agenjo. Ellos van a tomar posiciones en Sitges a partir de hoy y realizarán reseñas y críticas diarias que serán publicadas regularmente en El Cine de Hollywood.

Aprovecho la ocasión para agradecer a Adriano y Carles su compromiso y disposición. Son dos grandes analistas que, a buen seguro, sabrán extraer lo mejor de este gran evento. 

El Festival proyectará 174 películas a lo largo de diez días. La sección oficial incluirá 47 títulos entre los que destacan las nuevas producciones de Werner Herzog, Paul Schrader, Nicolas Winding Refn, Rob Zombie, Kevin Smith, Adam Wingard y Nacho Vigalondo, entre otros.

La representación asiática será, como siempre, destacadísima. Este año se proyectará The Handmaiden (de Park Chan-wook), The Age of Shadows (de Kim Jee-woon), Seoul Station y Train to Busan (ambas dirigidas por Yeon Sang-ho), The Wailing (de Na Hong-jin), The Tiger (Park Hoon-jung) y Terraformars (del experimentado Takashi Miike). 

También habrá espacio para el nuevo documental de Terrence Malick, Voyage of Time, y para un drama oscuro que fue aclamado en el Festival de Cannes. Se trata de Comanchería (Hell or High Water), película dirigida por David Mackenzie, y protagonizada por Jeff Bridges, Chris Pine y Ben Foster. 

El festival homenajeará a Max Von Sydow, Christopher Walken y Bruce Campbell. Pasará también por el festival Walter Koenig, el simpático Pavel Chekov de la saga original de Star Trek. Una presencia que no es casualidad porque el certamen dedica esta edición al cincuenta aniversario de la franquicia creada por Gene Roddenberry. En el marco de esta conmemoración, se proyectará el documental For the Love of Spock, un proyecto de homenaje a Leonard Nimoy que ha sido dirigido por el propio vástago del vulcano legendario. 


Esta es la nota de prensa oficial del Festival:

Sitges 2016: todo a punto para el mejor fantástico del momento. 
Proyecciones, masterclasses, presentaciones, Q&A, encuentros de la industria, actividades académicas... El Festival tiene preparada ya su amplia oferta.
La 49ª edición del Sitges – Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya está lista para abrir sus puertas. Durante diez días, del 7 al 16 de octubre, el mejor cine fantástico aterriza en Sitges, que ejercerá de escaparate de las últimas novedades de género, las propuestas más arriesgadas, las grandes producciones y también las pequeñas joyas del cine independiente. Sitges 2016 llega repleto de grandes caras conocidas del universo del fantástico y del terror, junto a los talentos más jóvenes y emergentes. En esta edición, el Festival también refuerza su apuesta por las mejores series de televisión del momento, una completa selección del más destacado cine de animación y un cuidadoso repertorio de documentales. 
Sitges 2016 también emerge como un punto de encuentro de la industria audiovisual. Un completo programa de actividades reunirá a los diferentes actores del sector cinematográfico, convirtiéndose así en foco de oportunidades para los jóvenes directores. La programación del Festival propone, así mismo, una completa oferta de actividades paralelas, consolida este año la sala Tramuntana, y descubre las últimas tendencias de realidad virtual. Un menú para todos los gustos.

21 de setembre del 2016

In Memoriam: Curtis Hanson (1945-2016)


Acojo con tristeza la noticia del fallecimiento de Curtis Hanson. Además de construir una carrera interesante como director en Hollywood, Hanson pudo lograr aquello que otros realizadores no consiguen nunca: crear una gran película, dentro de la industria, a través de un proyecto personal.

Eso es lo que ocurrió cuando Curtis Hanson tuvo la habilidad, maestría y tenacidad para llevar al cine la adaptación de la prestigiosa novela de James Ellroy titulada L.A. Confidential. Después de haberse distinguido como un solvente realizador de películas de encargo (Bad Influence, The Hand that Rocks the Cradle, The River Wild), Hanson convenció a los ejecutivos de Warner Brothers y al influyente productor Arnon Milchan, de Regency Enterprises, para que apostaran por su audaz propuesta.

El entusiasmo que el director mostraba en todo el momento contagió a los que podían financiar el proyecto y la apuesta por presentar una nueva visión del neo-noir, acabó cuajando cuando los implicados tuvieron oportunidad de leer el guión que el propio Hanson había escrito en colaboración con Brian Helgeland.

La excelencia del libreto y la confianza que generaba le permitió disponer de 35 millones de dólares de presupuesto que éste utilizó sabiamente para centrarse especialmente en la caracterización. Convenció a actores importantes como Kevin Spacey y Danny De Vito gracias a la calidad del material y lo complementó con dos intérpretes australianos que iniciaban por entonces su andadura en Hollywood: Russell Crowe y Guy Pearce. Rescató a Kim Basinger de la mediocridad ofreciéndole el mejor papel de su carrera y complementó el reparto con veteranos de nivel como James Cromwell y Ron Rifkin. Incorporó también a David Strathairn, tras haber coincidido con él en The River Wild (1993), e incluso hizo debutar a otro joven australiano cuyo nombre era Simon Baker. Le recordaréis mejor si cito el nombre de Patrick Jane, un astuto mentalista que colabora con la CBI (California Bureau of Investigation) en The Mentalist (2008-2015).


L.A. Confidential partía de una magistral obra de James Ellroy, publicada en 1990. Se la considera una novela referencial del neo-noir literario y, por consiguiete, planteaba una gran dificultad de adaptación. Sin embargo, Hanson y Helgeland fueron capaces de mantener la esencia y estructurar la película manteniendo los poderosos golpes de efecto, la violencia y el aura desmitificadora que impregna sus páginas. Al mismo tiempo, aprovecharon bien el giro argumental del tercer acto para dejar a los espectadores anonadados. Un público a quien, no obstante, ya habían sometido a través de una puesta en escena en la que Hanson y sus diseñadoras de producción y vestuario, Jeannine Oppewall y Ruth Myers, recurrieron a la estética glamurosa del Los Angeles de principios de los 50 para recrear una atmósfera que insufla credibilidad desde el inicio hasta la conclusión.

16 de setembre del 2016

Star Trek: Más Allá (Star Trek Beyond, 2016)


La tripulación del Enterprise se encuentra en el ecuador de su misión de cinco años. La exploración del espacio profundo, la negociación de tratados y la vigilancia de las fronteras parecen no colmar excesivamente las expectativas del capitán James T. Kirk (Chris Pine). La propia infinitud del espacio ha hecho mella en Kirk y se plantea un destino en el que tenga una mayor estabilidad. Necesita asentarse, sentir las limitaciones del ser humano replicando, al máximo, las condiciones de la Tierra. A pesar de ser un capitán joven, el oriundo de Iowa ha madurado y siente los efectos de un puesto que en un largo tiempo no le ha ofrecido alicientes destacables. La propia ilusión que sentía por explorar los confines de la galaxia, siguiendo los pasos de un padre al que nunca conoció, se ha tornado en rutina.

La base estelar Yorktown, una gran colonia espacial que emula a las grandes ciudades de la Tierra, es el lugar donde Kirk quiere iniciar una nueva etapa postulándose para el puesto de vicealmirante. Aunque éste recomienda a Spock (Zachary Quinto) para el puesto de capitán de la Enterprise, el vulcano parece tener otros planes puesto que, tras romper su relación con Uhura (Zoë Saldana), recibe la noticia de la muerte del que fue su alterego en la línea temporal original. Ante este suceso, Spock medita también la posibilidad de abandonar la Flota Estelar para continuar los pasos de su otro yo como Embajador.

Pero la galaxia, aunque pueda atravesar tiempos de estabilidad, siempre aguarda sorpresas y pronto la tripulación del Enterprise deberá dejar a un lado las intenciones personales y centrarse en una misión de rescate que pondrá a prueba el estado emocional de todos ellos.


Esta tercera entrega del universo Kelvin de Star Trek, ideado por JJ Abrams y sus guionistas Alex Kurtzman y Roberto Orci, es, por derecho propio, la que busca con más ahínco dar paso al entretenimiento por encima de otras consideraciones más profundas. Cuando Abrams empezó a trabajar intensivamente en la nueva entrega de Star Wars cedió autoridad a Paramount pero se aseguró tener la última palabra a la hora de elegir al nuevo director y guionistas. Cuando Bob Orci decidió salir del proyecto fue el propio Simon Pegg (quien interpreta con sorna a Scotty) quien se postuló para escribir el libreto junto al escritor, especializado en series de televisión, Doug Jung. De ellos surgió un argumento más ligero que, sin perder la esencia de Star Trek, se erige en el episodio de acción y aventuras que siempre ha estado presente en la parte central de cada generación. Ahora bien, Star Trek Beyond es claramente superior a las que podrían sus análogas: Star Trek IV. Misión Salvar la Tierra (Star Trek IV. The Voyage Home, 1986),  Star Trek V. La Última Frontera (Star Trek V. The Final Frontier, 1989) o Star Trek Insurrección (Star Trek: Insurrection, 1998). La película recupera el ritmo desenfrenado de algunos de los capítulos más viscerales en la longeva tradición televisiva de la saga. Es un largometraje que destaca como apuesta de acción y efectos visuales, sin descuidar el buen trato a los personajes, algo que le diferencia de otros productos que derivan hacia los caminos de la ultracomercialidad desarraigada.

Teniendo en cuenta esta apuesta por un espectáculo más directo y menos introspectivo que en las dos anteriores entregas, Abrams decidió confiar la dirección a un especialista en dotar a las imágenes de un ritmo vertiginoso. El elegido fue Justin Lin, un realizador californiano de ancestros taiwaneses al que se le presentaba la oportunidad de subir un peldaño más en la escalera de exigencia tras haber destacado como consumado planificador de escenas de acción en la saga Fast and Furious. Abrams quería aprovechar su habilidad técnica pero le exigía que ésta fuera acorde a un espectáculo más completo. Lin respondió al reto con interés tratando de añadir más contraste a su trabajo.

8 de setembre del 2016

Spielberg on Spielberg: El Puente de los Espías (Bridge of Spies, 2015)



A lo largo de este recorrido por la carrera de Steven Spielberg como director hemos podido comprobar que las vivencias personales y los recuerdos familiares han influido notablemente sobre la labor creativa del cineasta. Todo ello se aprecia no solamente en el contenido de sus películas sino incluso en la decisión de abordar determinados temas o marcos históricos. Este singular motor de proyectos es denominador común entre muchos directores pero soy de la opinión que en el caso de Spielberg es más exacerbado. Es evidente que sus recuerdos de infancia y juventud pesan muy considerablemente en su imaginario particular: la efímera vivencia de una familia unida, la ruptura matrimonial, la vida en diferentes lugares. También ha quedado patente el resentimiento inicial hacia un padre que, sin embargo, nunca estuvo reñido con una persistente admiración e incluso veneración. Para un joven de mentalidad abierta e inquieta, eternamente fascinado por las grandes historias, resultaba siempre apasionante escuchar las anécdotas y vivencias de su padre tanto en la guerra como en la vida civil, donde estuvo al frente de proyectos tecnológicos de diferente calibre. Todo ello lo hemos ido conociendo a través de la huella personal que Spielberg ha ido imprimiendo a varios de sus proyectos. En el caso que nos ocupa, la figura de Arnold Spielberg (n. 1917) vuelve a estar muy presente como acicate para impulsar la propuesta de Bridge of Spies.

"En los años 50 y 60, durante la Guerra Fría, existía un enorme recelo y miedo a Estados Unidos por parte de la Unión Soviética. También había mucha paranoia y miedo en Estados Unidos hacia la URSS. Recuerdo que mi padre había ido a Rusia en un intercambio. Enviaron ingenieros rusos a Arizona y General Electric destinó a ingenieros estadounidenses, entre ellos mi padre. Fue entonces cuando derribaron a Gary Powers. Mi padre hizo cola con otros tres compañeros porque mostraban el traje de vuelo, el casco y los restos del U-2 para que todos los rusos vieran lo que Estados Unidos había hecho. Dos militares rusos se acercaron a mi padre y a su amigo y, al pedirles el pasaporte, vieron que eran estadounidenses. Uno de ellos señaló al U-2 y dijo: mirad lo que vuestro país nos hace. Lo repitió varias veces, enfurecido, y luego le devolvió los pasaportes. Nunca olvidé esa historia."

La impronta que siempre dejan las historias de Arnold en su hijo se dejó notar cuando el guionista británico Matt Charman llegó a DreamWorks con un libreto bajo el brazo que trataba sobre los hechos que rodearon esa época. Spielberg decidió comprar los derechos sobre el material de Charman y convertirlo en uno de sus próximos proyectos. La época le apasionaba y estaba deseoso de materializar, por fin, una gran historia centrada en el clímax de la Guerra Fría.

Matt Charman había llegado al argumento definitivo de forma indirecta. Se proponía realizar una película sobre acontecimientos producidos durante la Presidencia de John F. Kennedy pero, de repente, se encontró con una figura histórica prácticamente desconocida que captó inmediatamente su atención. Kennedy había enviado al abogado James B. Donovan para negociar con los cubanos la liberación de más de 1500 personas implicadas en la fallida invasión de Bahía Cochinos (1961). Charman se preguntó por qué había sido elegido este abogado en concreto y siguió investigando en la trayectoria de Donovan. Al principio, pensaba en escribir un guión sobre la negociación con el gobierno de Fidel Castro pero de sus investigaciones surgió un caso que resultaba mucho más interesante. La historia más impactante había ocurrido unos años antes y, gracias al éxito que había obtenido en ella, Donovan fue conocido en los círculos de poder.

Concretamente, Charman quedó atraído por unos hechos que se iniciaron en 1957. El FBI detuvo al ciudadano anglo-soviético Rudolf Abel en Brooklyn bajo la acusación de espionaje al servicio de la KGB. El colegio de abogados de Nueva York nombró a James B. Donovan, conocido anteriormente por haber trabajado como investigador y negociador en los Juicios de Nuremberg (1946), para que se hiciera cargo de la defensa de Abel. Por consiguiente, se le pidió que defendiera a un espía ruso en un contexto de máxima tensión entre las dos grandes potencias y que afrontara el descrédito que recibiría por parte de una población híper-sensibilizada. Hay que tener en cuenta que hacía poco tiempo se había condenado a muerte al matrimonio Rosenberg por cargos de espionaje. La sensibilización había crecido y la importancia de los secretos transmitidos a la URSS, por parte de los Rosenberg, hizo que las fuerzas de seguridad extremaran las medidas ante nuevos casos. Solo así se explica que un modesto espía como Rudolf Abel fuera detenido con un despliegue extraordinario que rebasaba ampliamente la resonancia que pudieran tener sus actividades.

5 de juliol del 2016

Spielberg on Spielberg: Lincoln (2012)


"Siempre quise contar una historia sobre Abraham Lincoln. Es una de las figuras más poderosas de la historia de Estados Unidos. Uno de mis primeros recuerdos procede de la ocasión en que mis padres me llevaron a ver el monumento a Lincoln en Washington D.C. Me asusté muchísimo por la inmensidad de la estatua en la silla. Pero a medida que me iba acercando me sentí cautivado, sentí consuelo al mirarle a la cara. Había calidez y seguridad. Jamás he olvidado ese momento."

Enero de 1865. Abraham Lincoln ha conseguido que la Decimotercera Enmienda a la Constitución haya pasado la aprobación del Senado pero le sigue faltando el consenso en la Cámara de Representantes para que pueda ser definitivamente promulgada. La abolición total de la esclavitud es el objetivo que quiere lograr antes de la finalización de la Guerra Civil puesto que una aprobación posterior podría acarrear problemas en la reconstrucción del país. 

¿Cómo podrá conseguirlo ante un panorama político tan desfavorecedor? Por una parte, la oposición del Partido Demócrata a la enmienda parece muy firme. Y en las filas Republicanas, tampoco existe una unión total entre las diferentes facciones ya que el sector más moderado prioriza la paz con los Confederados mientras que los radicales, liderados por Thaddeus Stevens, no aceptarán contraprestaciones a los estados secesionistas por llevar hacia adelante la enmienda.

La película de Steven Spielberg sitúa la acción en ese momento y nos convierte en espectadores de excepción de un momento histórico de gran relevancia. Asistimos a las maniobras políticas de todo tipo, las legales y las que no lo son tanto, y comprendemos que, en ocasiones, para lograr un bien mayor hay que adoptar algunas medidas moralmente cuestionables.

La proclamación de emancipación, que Lincoln había hecho pública en 1863, no tenía valor jurídico alguno. Por contra, podía interpretarse como una declaración en tiempos de guerra. Una carta de intenciones que respondería más a una imposición presidencial que a un documento legislativo refrendado. Ante un final de la guerra cada vez más cercano, resultaba esencial la obtención de una ley que consagrara la abolición de la esclavitud a nivel efectivo para todo el territorio y que, por consiguiente, fuera irrevocable en el futuro. Una enmienda a la Constitución era la iniciativa legislativa más potente que se podía conseguir y allí reside el objetivo fundamental de Abraham Lincoln. Un acto que, con su aprobación final, dio sentido a una Presidencia que tuvo el valor de afrontar un conflicto, desgarrador para el país, pero que rompió con un equilibrio falso de conveniencia que había durado casi 100 años. Un esquema en el que debía consentirse que una parte del país siguiera perpetuando una institución opresiva e injusta que conculcaba los ideales de la propia Declaración de Independencia y la subsiguiente Constitución, promovida por los padres fundadores en el siglo XVIII.

Sobre este tema de clara trascendencia histórica y política os emplazo a un artículo que escribí hace un tiempo sobre los valores de la Presidencia de Lincoln. Ahora, paso a centrarme exclusivamente en la valoración de la magna película de Steven Spielberg.

Durante años Spielberg no encontró un texto que le interesara. No quería hacer una hagiografía ni una biografía convencional, deseaba explicar momentos de la historia del Presidente que mostraran su relevancia como líder. Tras recibir la negativa de Daniel Day Lewis,  se decantó por alguien a quien conocía bien. Después de haber trabajado con Liam Neeson en Schindler's List (1993) le veía como el actor perfecto para encarnar al Presidente pero el material que hiciera brotar el proyecto no llegaba nunca a sus manos. Sin embargo, eso cambió en 1999 cuando el director coincidió con la historiadora Doris Kearns Goodwin durante el rodaje de un proyecto documental en el que ambos colaboraban. Mientras charlaban departieron sobre proyectos de futuro y Goodwin sorprendió al director cuando le dijo que estaba escribiendo un libro sobre la Presidencia de Lincoln cuyo título era "Team of Rivals: The Political genius of Abraham Lincoln". En dicha obra, Goodwin se proponía hacer un análisis nuevo de la etapa de Lincoln, centrándose más en la cuestión de las relaciones personales y la política. Su enfoque tenía otro punto de anclaje importante: iba a poner especial atención en el tránsito que efectuaron varios de los rivales para la nominación Republicana a la Presidencia en 1860 y ver cómo se adaptaron a un gabinete en el que ocuparon puestos de gran relevancia mientras el país se desgarraba a medida que avanzaba la Guerra Civil (1861-1865). Esta inmersión en el círculo interno de Lincoln, tanto familiar como profesional, permitía ahondar en la línea de pensamiento del Presidente a través de la visión de otros. Spielberg decidió comprar los derechos de adaptación en ese mismo instante.

17 de juny del 2016

Canet de Mar y Juego de Tronos: "Blood of my Blood"

Samwell Tarly (John Bradley-West) no destaca por su valentía, fiereza y dotes de combate. Su talento reside en otras disciplinas más intelectuales. Decidido a sacar mayor partido a las mismas, obtiene el beneplácito del Lord Comandante Jon Snow (Kit Harington) para abandonar la Guardia de la Noche temporalmente y viajar a la Ciudadela de Antigua, en el suroeste de Poniente, donde aprenderá lo necesario para convertirse en Maestre y poder así ayudar a sus compañeros desde el conocimiento científico y místico.

Sam viaja al sur con Gilly (Hanna Murray), la muchacha salvaje a la que salvó de la exterminación a manos de los Caminantes Blancos, y su pequeño hijo, fruto de la relación incestuosa que mantenía con el impío Craster (Robert Pugh).  Entre Sam y Gilly ha surgido una relación que va mucho más allá de la amistad. La joven salvaje se ha enamorado del corazón noble de Sam. Confía totalmente en él y le apoya en cada una de sus decisiones.

Sabiendo que en la Ciudadela las mujeres no están admitidas, Sam decide hacer una parada en el camino y regresar a su hogar ancestral, Colina Cuerno (Horn Hill). Situada geográficamente en el Dominio, entre Altojardín (Highgarden) y Antigua (Oldtown), la fortaleza está regida por la familia Tarly desde hace varios siglos. El Dominio es conocido por sus fértiles tierras y su gran número de habitantes. La casa Tyrell de Altojardín ostenta el control burocrático y estratégico de la región.


Sin embargo, Sam no pudo disfrutar de su papel como heredero de tan brillante linaje puesto que su padre renegó de él por su gordura, cobardía y falta de habilidad en la caza y el combate. Por consiguiente, decidió enviarle al Muro para que la Guardia de la Noche lidiara con su torpeza. Pensaba que quizá, en las peores condiciones, Sam sacaría valores escondidos que le harían merecedor de la nobleza que caracteriza a la familia.

Ante la autoridad de un padre tan despótico, Sam nunca habría vuelto a Colina Cuerno pero la seguridad de Gilly es demasiado importante para él y por ello decide volver para dejarla al cuidado de su madre y hermana.

A su llegada, todo son agasajos por parte de su madre, Melessa (Samantha Spiro), y  su hermana, Talla (Rebecca Benson). Sam presenta al bebé de Gilly como su propio hijo y todo transcurre de la mejor manera. Sin embargo, durante la cena hace su aparición el patriarca Randyll Tarly (James Faulkner) quien constata, a viva voz, que su hijo sigue siendo motivo de vergüenza y deshonra para él. En la cena también está presente el hermano de Sam, Dickon (Freddie Stroma), quien se ha convertido en la esperanza de futuro para la casa Tarly. Cuando Gilly comprueba que los furibundos ataques de Randyll no son contestados por Sam, decide intervenir y cuenta cómo el desheredado fue capaz de abatir a un Thennita y a un Caminante Blanco. Desgraciadamente, estas palabras provocan que Randyll descubra el origen de la joven y eso le disgusta especialmente puesto que su odio hacia los salvajes supera los límites admisibles. Ante los hechos, sentencia que la joven y su hijo podrán quedarse en el castillo como sirvientes siempre y cuando Sam se marche para no volver jamás.


Sam Tarly queda abotargado, empequeñecido ante la fortaleza verbal de su padre y está decidido a marcharse al alba sabiendo que Gilly y el pequeño Sam estarán a salvo. No obstante, acaba teniendo uno de sus arranques de valentía y determinación que le han caracterizado desde su paso por tierras salvajes. En última instancia, decide que se irán los tres juntos hacia la Ciudadela bajo el amparo de la noche. Pero antes de la huída, Sam toma la espada de acero valirio de la familia.

Colina Cuerno planteaba un enésimo reto para el equipo de localización de Juego de Tronos. Necesitaban un palacio con una estética no vista hasta ahora en la serie. Precisaban de lujosos interiores donde los responsables de escenografía pudieran trabajar con tranquilidad. Tras considerar varias opciones, la localización elegida fue el Castell de Santa Florentina, ubicado en la localidad catalana de Canet de Mar (comarca del Maresme). Los orígenes del enclave se encuentran en el siglo XI puesto que está documentado como masía fortificada. Tres siglos después, se construyeron dos espléndidas torres medievales que contribuyeron a hacer más inexpugnable el castillo. No obstante, el mayor esplendor de Santa Florentina llega a finales del siglo XIX cuando el empresario Ramon de Montaner i Vila, propietario de la finca, encarga a su sobrino, el posteriormente célebre arquitecto modernista Lluís Domènech i Muntaner, la restauración y ampliación de la masía medieval. El arquitecto y su equipo diseñaron un espacio habitable de 3.000 metros cuadrados caracterizado por el enaltecimiento de la belleza palaciega usando mármol artesanado en los suelos, vitrales coloridos, maderas talladas en los techos, cerámicas y otros alicientes estéticos que junto a la nueva planta del edificio convirtieron Santa Florentina en un referente del arte modernista.


Desde principios de septiembre de 2015, el equipo de caracterización de escenarios de Juego de Tronos estuvo presente en el castillo para convertir algunos de sus espacios en Colina Cuerno. El personal que gestiona el castillo está acostumbrado a vivir rodajes y grandes acontecimientos en la propiedad pero nada les había preparado para el asombro que les embargó mientras el equipo de la serie estuvo allí. El nivel de la producción fue algo que no habían visto hasta ahora. La atención al detalle, la calidad del trabajo realizado y la capacidad de organización y movilización dejó atónitas a las personas que se encargan de preservar y difundir el legado histórico del castillo.

El equipo trajo consigo numerosos muebles, estandartes, tapices, objetos decorativos y utillería. El salón principal se convirtió en un comedor medieval palaciego en cuestión de pocos días. El castillo tiene mucha luz pero eso no interesaba a los responsables de la serie ya que necesitaban resaltar la oscuridad en los espacios interiores, teóricamente iluminados solamente por velas. Por ello, taparon las ventanas y crearon un escenario que refuerza la tensión que se vive durante la cena de los Tarly. Incluso el jardín fue modificado de forma efímera para adaptarlo a sus necesidades. Un equipo de más de cien personas trabajó durante dos días de mediados de septiembre para rodar las cuatro secuencias que aparecen en el capítulo 56, titulado "Blood of my Blood".

A continuación, combinamos imágenes del capítulo con otras sacadas durante una visita que realizamos al castillo a principios del mes de noviembre de 2015. 

6 de juny del 2016

Dubrovnik y Juego de Tronos: quinta temporada

Cerramos el ciclo de artículos sobre la vinculación entre la ciudad croata de Dubrovnik y Game of Thrones con el repaso de una localización que aparece de forma recurrente en la quinta temporada de la serie. Debo hacer constar que en la sexta temporada, actualmente en emisión, las localizaciones exteriores de Desembarco del Rey han sido rodadas en Girona, puesto que se necesitaba mayor amplitud de espacio en las escalinatas del Gran Septo de Baelor y nuevas calles que ofrecieran variedad a lo anteriormente conocido. Solo se requería la presencia del mar en una única secuencia y fue por ello que se rodó en Dubrovnik un segmento del primer capítulo, titulado "The Red Woman". Vemos la escena cuando Cersei (Lena Headey) acude a la Bahía del Aguasnegras esperando con ilusión la llegada de su hija Myrcella y, desgraciadamente, lo que contempla es la venida de Jaime (Nicolaj Coster-Waldau) con el cadáver de la joven.

Pero regresemos a la potente quinta temporada para trasladarnos al primero de sus episodios: "The Wars to Come". Tywin Lannister (Charles Dance) ha muerto asesinado por su propio hijo, Tyrion (Peter Dinklage), quien ha escapado al otro lado del Mar Angosto junto a Varys (Conleth Hill). Cersei acude al Gran Septo para presentar sus respetos. A ambos lados de la larga escalinata se han situado representantes de los Siete Reinos y miembros de la Corte. Mientras sube los peldaños que conducen hacia el templo, Cersei observa con desagrado la presencia de Margaery Tyrell (Natalie Dormer), la futura Reina de Poniente. El Septón Supremo se dirige a ella para pedirle la autorización de inicio. Pero Cersei requiere un tiempo a solas en el interior del templo y ordena al Septón que posponga unos minutos el inicio de la ceremonia.


Las escalinatas del templo reaparecen en el tercer episodio, titulado "High Sparrow". Es el día de la boda entre el Rey Tommen Baratheon (Dean-Charles Chapman) y Margaery Tyrell. Mientras se acerca al Septo, comprueba que el populacho está contento con la nueva Reina. Su poder y posición en la Corte empiezan a decaer y eso la pone en estado de máxima alerta. 



En el siguiente capítulo, titulado "Sons of the Harpy", Cersei realiza un movimiento estratégico de riesgo al autorizar que una facción religiosa radical, conocida como la Fe Militante, tome el control del Gran Septo y persiga las depravaciones que se cometen en la capital. Este grupo de personas sin nombre que no busca riquezas ni reconocimiento sino la restitución de la auténtica Fe en los Siete Dioses, está liderada por aquél que llaman "Gorrión Supremo" (Jonathan Pryce). Él será el nuevo guardián de la Fe en la capital pero, al investirlo de autoridad, Cersei habrá cometido un grave error puesto que los gorriones se acabarán volviendo contra ella. Por el momento, su plan resulta enormemente positivo ya que Ser Loras Tyrell (Finn Jones) es detenido por la Fe Militante acusado de comportamiento lascivo debido a su homosexualidad. De esta manera, consigue causar dolor a Margaery, su principal objetivo.

Margaery pide explicaciones a Tommen quien, obviamente, desconoce lo sucedido. Se dirige a su madre reclamando respuestas pero ésta le responde que deberá ser él quien negocie con el "Gorrión Supremo". Creyendo que está preparado para ostentar su autoridad, se dirige al Septo con su Guardia para liberar a Loras pero los hombres de la Fe Militante le bloquean el paso argumentando que el líder de la orden está orando y no puede ser molestado. Uno de sus guardias le hace saber que están dispuestos a enfrentarse a los radicales para abrirse paso al templo. Tommen empieza a flaquear en su coraje y acaba ordenando la retirada cuando oye los insultos de la plebe, quien le acusa de bastardo y de ser una abominación. Ante tal situación, prefiere evitar el derramamiento de sangre y afirma que habrá otras maneras de conseguir la liberación.

Finalmente, llegamos al último capítulo de la temporada, titulado "Mother's Mercy". Cersei ha caído víctima de su propio plan y está presa en las mazmorras del Septo acusada de adulterio e incesto. Ante la desesperación y el maltrato que sufre a manos de la Septa Unella (Hannah Waddingham) y viendo que no tiene otra salida, confiesa ante el "Gorrión Supremo" que yació con su primo Lancel Lannister (Eugene Simon) aunque miente al afirmar que las acusaciones sobre su relación incestuosa con Jaime son falsas, al igual que su participación en un complot para acabar con la vida de su marido, el Rey Robert Baratheon (Mark Addy). El líder religioso decide concederle la Piedad de la Madre aunque la advierte de que deberá enfrentarse a un juicio para responder por los crímenes que no ha admitido. Además, tendrá que hacer un acto de expiación pública. Se verá obligada a recorrer el camino entre el Gran Septo y la Fortaleza Roja completamente desnuda ante los habitantes de la ciudad. En la escalinata del Septo, el líder de la Fe Militante pronuncia las siguientes palabras:
"A sinner comes before you, Cersei of House Lannister. 
Mother to His Grace, King Tommen, widow of His Grace, King Robert. 
She has committed the acts of falsehood and fornication. 
She has confessed her sins, and begged for forgiveness. 
To demonstrate her repentance, she will cast aside all pride, all artifice, and present herself as the gods made her... to you, the good people of this city. 
She comes before you with a solemn heart, shorn of secrets, naked before the eyes of gods and men, to make her walk of atonement."