21 de novembre del 2016

Actrices y actores frente al micro


A lo largo de la historia de Hollywood nos hemos acostumbrado a contemplar a grandes actrices y actores cantando y bailando en musicales y comedias. No obstante, siempre se ha comentado, por parte de generaciones anteriores, que eso ya no es tan habitual en el cine reciente. 

Nada más lejos de la realidad puesto que la tradición de actores polifacéticos se ha mantenido estable aun cuando la producción de musicales sí ha descendido desde la década de los sesenta. Hay intérpretes que han mostrado sus dotes sobre los escenarios teatrales de Londres y Nueva York previamente o en paralelo a su andadura en la pantalla grande. Es el caso de Catherine Zeta-Jones, Hugh Jackman, Meryl Streep, Diane Keaton, Idina Menzel, Kristin Chenoweth, Matthew Broderick, Nathan Lane, Mandy Patinkin, Sarah Jessica Parker, John Travolta, Anna Kendrick, Anne Hathaway, Amanda Seyfried, y Taye Diggs, entre otros.

No obstante, hay otras estrellas que, sin disponer de ese bagaje, probaron suerte en diversas producciones y resolvieron el reto satisfactoriamente.  Hay innumerables ejemplos pero he seleccionado cinco casos que son especialmente interesantes. Empezamos...

En 2010 se estrenó Country Strong, un drama que orbita alrededor de una estrella ficticia del género musical americano por excelencia. Gwyneth Paltrow debía enfrentarse al reto de interpretar varias canciones a gran nivel. Cierto es que no partía de una total inexperiencia puesto que ya había demostrado sus dotes vocales en el film Duets (2000), donde fue dirigida por su propio padre, Bruce Paltrow. Gwyneth estuvo acompañada en esta película por Garrett Hedlund (que también sorprendió como cantante) y por una auténtica estrella del género como Tim McGraw (quien curiosamente solamente cantaba en los títulos de crédito finales). La joven Leighton Meester completaba el casting principal de una película que dirigió Shana Feste.

He seleccionado la sentida interpretación que realiza esta cantante alcohólica, siempre al borde del precipicio emocional, que suele resarcirse cuando tiene al público delante. Os presento a Gwyneth Paltrow con el tema "Coming Home".



Viajamos hasta finales de los ochenta para referirnos a una actriz a la que no vemos demasiado en los últimos años: Michelle Pfeiffer. Debo reconocer que The Fabulous Baker Boys (1989) es una película por la que siento un cariño especial. El retrato del fracaso y la indolencia que consiguió plasmar en pantalla Steve Kloves, dotó al film de un carácter especial y la ha convertido en un clásico moderno a reivindicar.

Junto a los hermanos Beau y Jeff Bridges, Michelle Pfeiffer sorprendió en el papel de Suzie Diamond, una cantante de repertorio con poca suerte que, sin embargo, es capaz de remontar el rumbo artístico de un dúo de pianistas que no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos. La sala se abre para recibir a Michelle Pfeiffer con el tema "Makin' Whoopee".




Kevin Spacey albergaba un sueño desde que se consolidó en Hollywood. Quería realizar un biopic sobre su cantante más admirado: Walden Robert Cassotto, más conocido como Bobby Darin (1936-1973). A pesar de no haber cursado estudios musicales reglados, Spacey dispone de una magnífica voz natural que ya había exhibido en la banda sonora de Midnight in the Garden of Good and Evil (1997), donde interpretó el tema "That Old Black Magic". Ese empuje que le confirió el film de Clint Eastwood le dio alas para pensar que un proyecto sobre el crooner Bobby Darin, interpretado por él mismo, era factible.

Spacey tardó en conseguir el apoyo necesario para hacer realidad la película pero finalmente logró juntar las piezas necesarias para materializar un proyecto exclusivamente personal en el que tocó todas las teclas: dirección, guión, producción e interpretación. Beyond the Sea, título que rememoraba una de las piezas indispensables en el repertorio de Darin, se estrenó en 2004 y, a pesar de que no tuvo una gran acogida, es un título a reivindicar puesto que incorpora algunos de los números musicales más logrados en lo que llevamos de siglo. Quizá el más recordado sea el de "As Long as I'm Singing". Sin embargo, quiero también aportar una interpretación en solitario de Spacey y, puestos a elegir, me quedo con el clásico "Mack the Knife".




Tom Cruise siempre había jugado con la posibilidad de cantar, de una u otra forma, en varios de sus films. Pero quería pasar del karaoke al auténtico musical y por fin se le presentó la oportunidad con la adaptación de un montaje habitual en Broadway: Rock of Ages. Asumiendo el papel del ídolo rockero Stacee Jaxx, frívolo y temendamente extravagante, Cruise demuestra su versatilidad poniendo voz a auténticos himnos de los 80 como Paradise City, I Want to Know What Love Is, Rock You Like a Hurricane, y Don't Stop Believin'. Pero hay que destacar uno y ese para mi es sin duda el temazo de Bon Jovi, "Wanted Dead or Alive".




Se acerca el momento de cerrar este capítulo. Y ya sabemos que en todo concierto hay que guardar un gran momento para el final. No se me ocurre mejor manera que recurrir a alguien cuyo carisma está fuera de toda duda: Robert Downey Jr.

Dotado de una formación artística de primer nivel y habiendo acreditado una personalidad muy polifacética, Downey nunca defrauda y el público siempre queda encantado con cada una de sus mediáticas presencias. El evento que nos ocupa no fue una excepción.

Nos trasladamos al 1 de octubre de 2011. Ese día, Sting celebraba su sesenta aniversario ofreciendo un multitudinario concierto en el Beacon Theatre de Nueva York. En un momento dado, el cantante anuncia la presencia de un invitado que se unirá a la fiesta desde el escenario y, ante la expectación del público, nombra a Downey. Se producen gritos de asombro mientras el actor camina con pasmosa naturalidad y toma los mandos del micro para interpretar "Driven to Tears", una canción con fuerte mensaje que formaba parte del disco Zenyatta Mondatta (1980) de The Police. Downey está excepcional y realiza varios pasajes a dúo con Sting mostrando el respeto y la complicidad que se profesan desde que coincidieron en el set de Ally McBeal. En fin, una conclusión de altura para una selección que espero os interese y quizá sorprenda.