7 de novembre del 2014

Star Wars. Conceptos básicos: Los sables de luz. Por Francesc Marí

“El sable de luz, el arma de todo caballero jedi. No es tan abyecta como las armas de fuego. Un arma noble, para tiempos más civilizados.”

Así le describe Obi-Wan los sables de Luz a Luke cuando le entrega el sable luz de su padre, Anakin Skywalker. Estas armas, a diferencia de la diferencia conceptual que podemos encontrar en la Fuerza, siempre han sido iguales, pero han recibido numerosas denominaciones: sable láser, sable luminoso, sable de láser, espada láser, espada de luz, etcétera, etcétera. Todos estos nombres nos llevan a pensar en que eran armas reservadas únicamente para los caballeros jedi, por la constante utilización de la palabra luz en sus nombres, pero en realidad no eran los únicos que las usaban, ya que sus eternos antagonistas, los sith, también lo hacían.
Alejándonos de la descripción más idealizada del maestro Kenobi, técnicamente una espada láser es un rayo de energía pura que no tiene masa, pero la onda de arco generada electromagneticamente crea un fuerte efecto giroscópico que hace de la espada de luz una arma difícil de vencer. Funciona según el complejo principio de la energía de ondas de arco controladas con precisión, requiriendo elementos de enfoque confeccionados a partir de cristales naturales o, en el caso de los sith, sintéticos. ¿Os ha quedado claro? Porque no pienso repetirlo… A pesar de tanta jerga técnica, lo importante es saber que las espadas de luz tienen que montarse a mano, ya que no existe una fórmula exacta que explique la decisiva alineación de los cristales. Este proceso de montaje es tan importante que, en las enseñanzas jedi, es una de las pruebas clave para los jóvenes padawan, ya que conseguir la alineación precisa del cristal, algo casi imposible, es demostrar su sensibilidad con la Fuerza.

Pero dejemos de hablar de que es una espada láser y hablemos de lo que realmente importa, lo que significa. Dentro del universo Star Wars un sable de luz es, como bien dice Obi-Wan, un arma noble, algo que define a su portador como un caballero jedi, que viene a ser el súmmum de la nobleza en la Galaxia. Fuera del universo Star Wars, en nuestro aburrido y gris universo, estas espadas luminosas, imposibles técnicamente, son el símbolo de la saga. Cualquier fan que se precie tiene o quiere tener un par de sables colgados con su escudo de armas en el comedor de su casa. Y esto no se debe solo a que estéticamente llaman mucho la atención, sino lo que se podría hacer con ellas si fuésemos jedi. Uno de los momentos más espectaculares de cada episodio de la saga son los combates de sables de luz. Desde el sobrio y muy británico combate entre Obi-Wan y Darth Vader en la Estrella de la Muerte del Episodio IV, hasta el decisivo y destructivo combate en Mustafar entre los mismos personajes en el Episodio III, los fans esperan con deleite esta escena. Cada película tiene su momento, pero, seguramente, el más espectacular de todos estos combates es el que realizan a tres bandas entre Obi-Wan, Qui-Gon y Darth Maul en el Episodio I, sobre todo, por la espectacular espada de doble filo de este último.

Podríamos estar días y días hablando sobre las diversas formas de combate, los tipos de sables -si son normales, de doble filo, con forma de garrote, o, incluso, látigos-, del proceso de construcción paso por paso, y de un largo etcétera, pero todo ello solo nos llevaría al mismo punto que nos llevaría no hablar de ello… ¡¿Qué sable de luz tendríamos si formásemos parte del universo Star Wars?!
Si fuésemos de mente oscura y malvados lo tendríamos fácil, nuestro sable tendría la hoja de color rojo, como el de todos los sith, pero también podríamos personalizarlo con una empuñadura curva como la del Conde Dooku, o llevando dos sables gemelos como Asajj Ventress, o llevando el peligroso sable de doble filo de Darth Maul, que es tan peligroso para quién se enfrenta a él como para quién lo blande.

Por el contrario, si fuésemos nobles, de pensamientos puros y defensores de la paz y la justicia, está claro que probablemente nos decantaríamos por un sable de luz clásico, parecido al de nuestro maestro, pero cuya hoja podría variar de color. La explicación oficial de la diferencia de colores en las hojas de los sables de luz, es que las hojas de las espadas de los jedi son creadas a partir de un cristal natural que, habitualmente, genera una luz azul o verde, y, en algunos casos, amarilla, púrpura o incluso negra, mientras que los sables de los sith utilizan unos cristales sintéticos cuyo único color es el rojo, asociándose dicho color con la oscura orden. De este modo, podríamos tener un sable de color azul, como el de Anakin o Obi-Wan, verde, verde como el de Luke Skywalker o Kit Fisto -este último además es sumergible-, o púrpura, como el de Mace Windu. Pero no creáis que por ser un jedi solo se puede tener un sable de hoja sencilla, por ejemplo, Yoda, debido a su corta estatura, debe tener una sable más pequeño, llamado shoto, mientras que hay jedis que blanden grandes sables, debido a su gran estatura o a su estilo de combate.

Como podéis ver, las posibilidades son infinitas, ya que deben adaptarse a la forma de combate, a la estatura, a la especie y al gusto de cada uno de sus poseedores, para que la vinculación entre amo y espada sea perfecta, como le dice Obi-Wan a Anakin en el Episodio II:

“No debes perder tu arma. Esta espada es tu vida.”


Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY y El Cine de Hollywood.