5 de novembre del 2019

La historia de Guy Fawkes y su relación con V de Vendetta

"Remember, remember 
the fifth of November,
The gunpowder treason and plot,
I know of no reason
Why the gunpowder treason
Should ever be forgot.”



Así empieza un poema, escrito en el siglo XVII, que condena los actos de traición de Guy Fawkes, un caballero inglés católico, que en 1605 trató de derribar el orden imperante protestante mediante un atentado que pretendía destruir el Parlamento en una sesión a la que asistía el Rey Jacobo I y practicamente toda la aristocracia protestante de Inglaterra.

Pero vayamos por partes. ¿ Quién era Guy Fawkes y cómo llegó a aliarse en un plan católico que tenía como objetivo un acto de tal magnitud ?


Guy Fawkes nació en 1570 en York. Era hijo de una familia que había aceptado la reforma religiosa promulgada en la época de Enrique VIII y definitivamente asentada durante el reinado de su hija, Isabel I.

Sin embargo, quiso el destino que su padre muriera en 1579 y su madre volviera a casarse tres años después con Denis Bainbridge, un ferviente católico, que formaba parte de los grupos que se resistían abiertamente a aceptar la autoridad de la nueva Iglesia de Inglaterra. La influencia de su padrastro hizo mella en Guy que se convirtió al Catolicismo cuando tenía 16 años. En una época en la que se perseguía y ejecutaba a los que hacían difusión pública del culto católico, Fawkes mantuvo su fe en la esfera privada como única manera de sobrevivir.

Encontró la forma de defender sus ideales religiosos a través de la guerra. Viajó a Flandes y se alistó en un regimiento de ingleses que luchaban junto a los españoles contra los protestantes holandeses. Sirvió durante diez años en esa campaña. Los detalles sobre su regreso a Inglaterra siguen siendo confusos pero la mayoría de especialistas sitúan su vuelta en el año 1603.

Una vez en casa, entró en contacto, de una forma más intensa, con grupos de disidentes católicos que preparaban un gran acto de fuerza que les diese la posibilidad de provocar una convulsión en el país que derribara al régimen imperante. Llegaron a la conclusión de que debían hacer algo desde dentro puesto que el resto de potencias europeas, particularmente España, se hallaban sumidas en fuertes deudas y era evidente que no podrían iniciar una campaña bélica de ayuda a los Católicos Ingleses.

El más decidido a elaborar un plan que moviera los cimientos de la monarquía protestante fue Robert Catesby, al cual se le considera el cerebro del conocido como Gunpowder Plot. Fawkes conoció a Catesby a través de Hugh Owen, un compañero en la campaña de Flandes, aunque también se dice que fue William Stanley, su antiguo comandante, el que le recomendó personalmente. Catesby vio en Fawkes al ejecutor que necesitaba. Debido a su experiencia militar y a su conocimiento de los explosivos, era el hombre ideal para hacer realidad el siniestro plan que tenía en mente.
El plan de Catesby preveía hacer estallar literalmente la Cámara de los Lores en el Palacio de Westminster (lugar en que se erige, desde el siglo XIX, el archiconocido Parlamento Británico) durante la sesión de apertura del año parlamentario. En ese día estaba prevista la presencia del Rey Jaime I y de toda su corte protestante. Dicha sesión iba a producirse a principios de noviembre de 1605.

La preparación empezó mucho antes cuando los conspiradores alquilaron una celda debajo de la Cámara de los Lores en la que fueron acumulando gran cantidad de explosivos (el conocido como Blackpowder, una mezcla de sulfuros, carbón, y nitrato de potasio) hasta llegar a 36 barriles que suponían 800 kilos. Sin embargo, había temor de que varios nobles católicos también asistieran a la sesión y uno de los conspiradores escribió una carta de advertencia a Lord Monteagle, uno de los caballeros más destacados. Este hecho fue un error muy grave ya que Monteagle, al igual que muchos otros católicos, estaba siendo estrechamente vigilado por las autoridades desde hacía años. Su correspondencia se intervenía constantemente y así fue como los detalles del atentado llegaron a conocimiento del Secretario de Estado, Sir Robert Cecil, que ordenó que se buscara en todas las celdas subterraneas localizando el mismo día 5 de noviembre, el zulo de Guy Fawkes.



Sin embargo, las ordenes fueron no tocar nada para que los conspiradores pensaran que su plan no había sido descubierto. Querían neutralizar el plan en el mismo momento para evitar su huida. Fawkes llegó esa tarde a la celda dispuesto a inmolarse si era necesario para sacar el plan adelante pero en el sótano le esperaban los soldados que le capturaron cuando ya se disponía a encender la mecha.

Fawkes fue conducido a la Torre de Londres donde se le torturó durante días para que revelara la identidad de sus cómplices. Tardó cuatro días en hablar y finalmente soltó los nombres de aquellos que ya habían sido apresados o que estaban en las listas de "sospechosos habituales" de las autoridades. El 31 de enero de 1606, Fawkes y el resto de conspiradores apresados fueron juzgados en Westminster Hall. Tras ser declarados culpables, se les condujo a dos ubicaciones diferentes en las que fueron colgados y posteriormente descuartizados cumpliendo la pena que regía en esos tiempos para los que incurrían en delito de alta traición.

Robert Catesby y otros conspiradores consiguieron huir, tras ser descubierto el plan, pero fueron atrapados en Staffordshire y murieron en el enfrentamiento subsiguiente mientras trataban de resistir desde el interior de una casa.

El mismo día 5 de noviembre, el Gobierno instó a los Londinenses a que hicieran hogueras en las calles para celebrar que el Rey había escapado a la muerte. De esta manera, se inició una tradición que aún persiste hoy en día en lo que se conoce como la Guy Fawkes Night.

Como siempre ocurre en estos casos, este suceso generó una gran cantidad de literatura y obras de teatro diversas a lo largo de los siglos pero no tenemos que alejarnos mucho para tener una referencia reciente surgida de la sagaz pluma de uno de los comic book authors más atrevidos y rompedores de los últimos años: el británico Alan Moore.

Alan Moore sacó a la venta una novela gráfica, dividida en diez partes, entre 1982 y 1988 que tenía como punto de partida la historia de Guy Fawkes. Se trataba de V de Vendetta (con dibujo de David Lloyd).



En ella, Moore nos explica la historia de un justiciero anarquista que se revela contra un gobierno dictatorial que ha tomado posesión de los destinos de Gran Bretaña. Con una apariencia deformada por los experimentos que él mismo sufrió a manos de los lacayos de este pérfido régimen, este hombre sin nombre toma la indumentaria clásica de Guy Fawkes, ataviado con una máscara que le da un aspecto fantasmal, y se erige en denunciante de las atrocidades cometidas por el Gobierno que dirige el cruel Adam Sutler.

De alguna manera, V intenta erigirse en un nuevo Guy Fawkes que, sin embargo, no busca cambiar el régimen por una cuestión de religión sino por decencia pública, haciéndose el paladín de la lucha contra la tiranía, la opresión, y la ausencia de libertad.

En 2005, los hermanos Wachowski produjeron la adaptación cinematográfica de la novela gráfica de Alan Moore consiguiendo que un enorme sector de público conociera los hechos históricos que están en la base del argumento. La película, protagonizada por Hugo Weaving (en el papel de V), Natalie Portman, John Hurt, y Stephen Rea fue un ejemplo de adaptación respetuosa de un material de gran calidad que merecía llegar al medio cinematográfico. En definitiva, una muestra mas de la extensa relación que siempre ha existido entre historia y cine.