9 d’abril del 2018

The Blues Brothers, cameos a todo ritmo


En 1980 llegó a los cines gracias a la dirección -magistral- de John Landis una de las comedias con más adeptos, fieles y devotos del siglo XX. The Blues Brothers había nacido al calor de un show televisivo, el Saturday Night Live (que tanto ha aportado al cine, nada más hay que repasar la lista de primeros pasos dados en ese plató: Will Ferrell, Adam Sandler, Mike Myers, Eddie Murphy, Chevy Chase, Dan Ayckroyd, Bill Murray… y un largo etcétera). 

El tristemente desaparecido John Belushi y Dan Ayckroyd ya habían interpretado a Jake y Elwood Blues en la televisión e incluso para el mercado musical, ya que pronto tuvieron su primer disco en grabado. Este par, e incluso de alguno más de los actores que aparecían en la película, como John Candy, forman parte de la lista de cómicos inolvidables de la historia del cine americano y verlos trabajar juntos es un auténtico lujo (En 1979 ya protagonizaron juntos el film “1941” con Spielberg). 

La película nos muestra distintos escenarios como el Chicago más industrial donde se desarrolla una acción a ratos bastante alocada. La ciudad es gris, el convento donde se criaron es tétrico y la vivienda de Elwood sórdida como poco. Pero en medio de esta fealdad los hermanos Blues consiguen traer luz a través de los distintos números musicales que se suceden a lo largo del metraje. 

Se trata de una obra que ya se podría considerar de culto y una de las mejores obras de Landis, director que ya nos ofreció maravillas y objetos de nostalgia tales como Un Hombre Lobo Americano en Londres, Espías como Nosotros, El Príncipe de Zamunda o Twilight Zone - The Movie. 

Lo más llamativo es que estas escenas musicales contaron con la presencia de los mejores entre los mejores de la música blues y soul de todos los tiempos. Y protagonizaron momentos que difícilmente se han superado en películas con muchísimo más presupuesto. Queríamos centrarnos en tres de los cameos musicales más importantes y divertidos de la película. 

Situémonos: Jake (Belushi) y Elwood (Ayckroyd) han tenido una revelación mística a través de la cual pretenden salvar el orfanato en el que se criaron. Y para ello deciden reunir de nuevo a su banda y ganar el dinero necesario. 

Pero esta revelación no tiene lugar de una manera cualquiera, no; sino que es consecuencia del oficio religioso con más soul que el séptimo arte haya filmado jamás, de la mano de un reverendo de excepción, el mismísimo James Brown (aka Cleophus James). 


James Brown requiere poca presentación, pero de verdad que os animamos a ver este número y deleitaros con su capacidad de arrollar en un escenario (o en el altar, en este caso). En cierto modo el número musical es un homenaje a los propios orígenes de Brown, que comenzó adaptando el gospel a ritmos de rythm & blues

Tras la revelación, Jake y Elwood tratan de reunir de nuevo a su banda, y para ello tienen que convencer a los componentes, que se han dispersado, de que vuelvan a la vida en la carretera. Uno de ellos, su guitarra, regenta una cafetería junto con su mujer, que no parece dispuesta a dejarle marchar sin un ultimátum. La esposa es la sin par Aretha Franklin envuelta en un delantal mugriento y en zapatillas, que no consiguen que olvidemos ni por un momento que nos encontramos ante una de las grandes de la música de todos los tiempos. 

El tema que interpreta es “Think” y aunque no consigue el efecto deseado, ya que su marido cuelga el delantal y se embarca en la misión musical y divina de los hermanos Blues (junto con el pinche de cocina, que casualmente es el saxofonista de la banda), nos deja para la posteridad una de las escenas más divertidas de la película. Y es que una gran artista como Aretha Franklin destila dignidad y arte en estado puro incluso a través de su vis cómica. 


El último número que nos gustaría destacar por el cameo de otro grande, grandísimo de la música soul (aunque nos estamos dejando muchos números inolvidables, y es que es una película que requiere volver a verla de vez en cuando para descubrir todos sus detalles), es el de Ray Charles en la tienda de empeños. 

Ray Charles, músico, invidente, excesivo, precoz y un auténtico genio de la música que nos ha dejado un legado inolvidable, fue un hombre con muchas facetas. Las más oscuras podrían hablarnos de sus adicciones, su relación con las mujeres o su dura infancia. 

Pero no todo fue negativo: hablamos de alguien que pese a crecer sin una familia que le respaldara y con una diversidad funcional, fue un ajedrecista consumado, que consiguió que adaptaran las tragaperras para invidentes, que tocaba el piano y el saxofón y que tuvo el humor necesario para ser el prestamista que proporciona a los Blues Brothers todo el material que necesitan para su gira en misión celestial. Y todo ello al ritmo de Shake your tail feather.


No es de extrañar que toda la ciudad se pusiera a sacudir las plumas de la cola. Pero insistimos en que la lista de cameos de esta comedia que ya es historia del cine, contiene aún más tesoros ocultos: John Lee Hooker, historia del blues; Cab Calloway y su increíble orquesta de jazz, la añorada Carrie Fisher, el mismísimo Frank Oz, John Candy, Twiggy, Spielberg, Chaka Khan… Repasar la lista puede ser una buenísima excusa para volverla a ver, aunque lo cierto es que no se necesitan excusas.