20 d’abril del 2015

Star Wars. Personajes: Jabba el Hutt


El don para los negocios turbios parece estar asociado a los Hutt, una especie de anfibios gigantescos y grotescos cuya inteligencia va en consonancia a su tamaño. De todos ellos, el más significativo es Jabba Desilijic Tiure.

Jabba nació en el seno de un poderoso clan del sistema Nal Hutta pero pronto construyó su negocio independiente en Tatooine, un planeta que por su ubicación en el Borde Exterior, al alcance de las diferentes rutas comerciales, ofrecía una posición ventajosa para edificar un imperio criminal. Tatooine, además, era un mundo sin ley donde la esclavitud era admitida. Se trataba de un páramo desértico cuyo destino no preocupaba a la República. Así fue como se covirtió en uno de los cuarteles generales del contrabando estelar. Con el tiempo, los clanes Hutt fueron dominando grandes parcelas de territorio mientras dirigían operaciones de tráfico de armas, esclavos, especies e incluso actos de piratería en naves estelares.

De todos los señores del crimen, Jabba era el más fuerte y respetado. También conseguía despertar los mayores temores puesto que su capacidad para tolerar el fracaso de sus empleados era inexistente. En la cumbre de su poder, llegó a controlar el mayor porcentaje de operaciones ilícitas en todo el Borde Exterior. Instalado en un antiguo Monasterio que él había convertido en Palacio del vicio, Jabba se congratulaba de sus riquezas mientras los lacayos de turno aplaudían sus brutales actos. 

Durante las Guerras Clon mantuvo una absoluta neutralidad ya que los conflictos bélicos suponían una gran oportunidad para explorar nuevos “negocios” con ambos bandos en litigio. Sin embargo, el Conde Dooku trató de implicarle en la refriega raptando a su hijo algo que, al final, no logró su objetivo al ser rescatado por los Jedis. Sin embargo, un acto de este tipo no cambió la actitud de Jabba hacia los Jedi porque la capacidad de éstos para manipular a los seres inferiores era algo que el Hutt no podía permitir y, aunque inmune a sus poderes, temía que sus colaboradores pudieran caer en ese influjo y perjudicar irremisiblemente sus operaciones.

Considerado como uno de los seres más intocables de la Galaxia, Jabba siguió con sus actividades ajeno a los cambios de régimen. La llegada del Imperio no implicó cambios puesto que los mandos sabían que el submundo de los bajos fondos no podía ser controlado en su totalidad y Tatooine no ofrecía nada más allá de unos cuantos granjeros de humedad. Mientras las naves Imperiales no sufrieran ataques, no volcarían recursos en la mayor parte de los sistemas del Borde Exterior. 

Pasados unos años, las hazañas de un joven contrabandista llamado Han Solo llegaron a oídos de Jabba que decidió incorporarle a su plantel para traficar con especies. Solo y Chewbacca siempre cumplían con los envíos y contribuyeron a fortalecer el reinado de Jabba sobre el inframundo criminal. Pero, con el estallido de la Guerra Civil Galáctica, las patrullas Imperiales se incrementaron y, en una ocasión, llegaron a interceptar al volátil Halcón Milenario. Ante la perspectiva de ser inspeccionado, Solo lanzó la carga de especies que transportaba para no ser acusado de piratería y tráfico de mercancías ilegales. Esta acción hizo perder muchísimo dinero a Jabba que le hizo llegar al que había sido su mejor hombre el siguiente mensaje: “Deberás restituir el valor de la mercancía que has lanzado al espacio. Si no recibo un pago próximamente no habrá agujero en esta galaxia donde puedas esconderte de mí”.

Han no podía reunir similar cantidad y decidió mandar un mensaje contundente a Jabba librándose del primer cazarrecompensas que éste le envió: el rodiano Greedo. El dinero que Solo iba a cobrar por transportar a un anciano y su joven aprendiz a Alderaan podría haber solucionado todos los problemas pero ya sabemos que, en contacto con la Alianza Rebelde, el contrabandista decidió dejar de lado los negocios ilegales para defender una causa justa.

Pero la caza del hombre no cesó y la recompensa que Jabba ofrecía por la captura de Solo llamó la atención del eficiente Boba Fett que, en asociación con Darth Vader, localizó el paradero de Solo y, por consiguiente, el de Luke Skywalker en la Ciudad Nube de Bespin. Utilizar el carbonizador con Luke era demasiado arriesgado así que el ensayo previo se realizó con el Capitán Solo. Confinado en un carbúnculo pero aún con vida, Boba Fett trasladó el nuevo trofeo a la galería del palacio de Jabba en Tatooine.

Tras localizar el paradero exacto del cuartel general de Jabba, Luke, Leia y Lando Calrissian urdieron un plan para infiltrarse en los dominios del señor del crimen. Luke fue capaz de manipular mentalmente a todos los esbirros de Jabba incluyendo al twi’lek Bib Fortuna, pero sus trucos no fluían en el Hutt. Mientras Leia conseguía descongelar a Han, Luke se veía arrastrado a la fosa del Rancor, un brutal repto-mamífero, de grandes dimensiones, cuya ferocidad no había sido igualada por ninguna otra bestia del universo. Sin embargo, el joven Jedi pudo salir airoso y defenestrar a la infame criatura.

El nuevo ajusticiamiento que dispuso Jabba fue arrojar a Luke y a Han al pozo del Sarlacc, una enorme criatura gusanoide qu devoraba todo lo que se ponía a su alcance. La presencia de Lando y el sable de luz que escondía R2-D2, fueron fundamentales para crear una distracción que permitió a nuestros héroes liberarse de sus ataduras y aniquilar a los lacayos de Jabba mientras éste era finalmente estrangulado por Leia utilizando las mismas cadenas que le unían al despreciable Hutt.

Curiosa la historia de este personaje cuya imagen externa surgió de la creatividad de Phil Tippet tras recibir la siguiente indicación de George Lucas: “quiero que sea una versión alienígena y grotesca de Sydney Greenstreet”. Greenstreet había sido un gran actor secundario en la era dorada de Hollywood, conocido por haber participado en innumerables films siendo el más destacado “Casablanca”. Tippet ideó la apariencia de Jabba y Stuart Freeborn se las ingenió para animarlo colocando a técnicos en su interior y uilizando a marionetistas que movían la cabeza. La voz original que articula palabras en Huttese (lengua creada por el tecnico de sonido, Ben Burtt) fue prestada por Larry Ward. La gran aparición de Jabba se produce únicamente en El Retorno del Jedi pero, con el reestreno de la trilogía clásica, George Lucas recuperó una secuencia entre Jabba y Han Solo perteneciente a la primera Star Wars y los técnicos de la Industrial Light & Magic crearon una versión completamente digitalizada que sustituía al actor que le daba la réplica a Harrison Ford.

Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El cine de Hollywood.