12 d’agost del 2014

In Memoriam: Robin Williams (1951-2014)



Conmoción y estado de shock en la comunidad cinematográfica tras la noticia del fallecimiento de Robin Williams a los 63 años de edad. Su cuerpo sin vida fue hallado en la casa que poseía en Tiburón (Marin County, California), al otro lado de la bahía de San Francisco.

Desde 2006, Wiliams había recaído en el alcoholismo que, junto a la adicción a la cocaína, le había lastrado durante la década de los 70 y principios de los 80. En el pasado mes de julio estuvo ingresado en una clínica de rehabilitación en Minnesota. Desgraciadamente, estaba aquejado por una depresión muy severa que parece haberle conducido a cometer suicidio puesto que las primeras evidencias de la investigación así lo certifican.

Williams había nacido en Chicago (Illinois) aunque creció en Bloomfield Hills (Michigan). Siendo adolescente, su familia se trasladó al Condado de Marin, cerca de San Francisco, una área que siempre le cautivó y que convirtió en su residencia permanente en cuanto se estableció como actor. Su afición por la interpretación se dejó ver en las funciones escolares. Tal era su talento que consiguió una beca para estudiar en la prestigiosa Juilliard School de Nueva York. Esta beca sólo se concedía a 20 alumnos de todo el país pero no solo fue capaz de eso sino que entró en el programa avanzado de la escuela, patrocinado por John Houseman (ex-colaborador de Orson Welles), junto a Christopher Reeve. Ambos trabaron una amistad que se mantuvo hasta la precipitada muerte de Reeve en 2004. 

Williams dejó Juilliard en 1976 y continuó con trabajos esporádicos como comediante en clubs nocturnos hasta que fue descubierto por un representante de la NBC que le consiguió un papel en el show de Richard Pryor. Allí fue donde Garry Marshall le vio en acción y decidió contratarle para que diera vida al extraterrestre Mork en la serie de televisión Happy Days. Su aparición fue un éxito y Marshall decidió producir un spin-off cuyo título fue Mork & Mindy. La capacidad para la improvisación de Robin fue perfectamente acogida por los responsables de una serie en la que trabajó a lo largo de cuatro años. 

Con el impulso del trampolín televisivo, Williams empezó a trabajar en el cine. Sus apariciones en comedias poco relevantes le permitieron conocer el negocio y estar preparado para asumir mayores retos. Robert Altman apostó por él para su versión de Popeye (1980) y su talento pareció empezar a ser aprovechado con El Mundo según Garp (The World According to Gap, 1982) donde demostró que también podía explotar una vertiente dramática desconocida hasta ese momento.


Tras una serie de comedias intrascendentes consigue llegar a un punto de inflexión cuando Barry Levinson le contrata para interpretar al locutor de radio, Adrian Cronauer, en Good Morning Vietnam (1987). Por este papel consigue el Globo de Oro al mejor actor y su primera nominación al Oscar. Empieza entonces su época dorada en Hollywood puesto que su siguiente proyecto importante fue El Club de los Poetas Muertos (Dead Poets Society, 1989). En este film inolvidable que ha dejado una impronta en varias generaciones de espectadores por su optimista filosofía de vida, Williams se coronó en un papel dramático demostrando que era un actor versátil y brillante. 

A este film le seguirían otros como Despertares (Awakenings, 1990), Morir Todavía (Dead Again, 1991), Hook (1991), El Rey Pescador (The Fisher king, 1991), Toys (1992), y su debut como doblador en Disney al prestar la voz al genio de Aladdin (1992)

En los noventa, Williams consiguió consolidarse como actor multitarea y consiguió equilibrar muy bien sus intervenciones en comedia y drama. En 1993 llegaría uno de sus mayores éxitos, Mrs. Doubtfire, donde coincidió por primera vez con el director Chris Columbus.


Tras Jumanji (1995), se embarcó en el Hamlet de Kenneth Branagh, y después vino El Agente Secreto (The Secret Agent), Jack (de Francis Ford Coppola), y Una Jaula de Grillos (The Birdcage), todas ellas estrenadas en 1996.

Pero fue en 1997 cuando obtuvo el mayor de los reconocimientos al intervenir en El Indomable Will Hunting (Good Will Hunting) junto a Matt Damon y Ben Affleck. Su interpretación del profesor Sean Maguire le reportó el Oscar al mejor actor de reparto y también el premio del Sindicato de Actores.

Posteriormente, siguió combinando comedias familiares con presencias en films más exigentes como Desmontando a Harry (Deconstructing Harry, 1997), donde trabajó a las órdenes de Woody Allen, y What Dreams May Come, de Vincent Ward.

El Hombre Bicentenario (Bicentennial Man, 1999), de nuevo con Chris Columbus, fue la antesala de una década con títulos como Inteligencia Artificial (AI, 2001), donde prestaba su voz al Doctor Know, Insomnia (2002), Robots (2005), Happy Feet (2006), August Rush (2007), las dos entregas de Noche en el Museo (Night at the Museum), y El Mayordomo (The Butler, 2013), entre otras.


Deja pendiente de estreno cinco intervenciones más: la tercera entrega de Night at the Museum, The Angriest Man in Brooklyn, Boulevard, Merry Friggin' Christmas, y Absolute Anything, comedia de Terry Jones en la que varios actores importantes (entre ellos algunos miembros de Monty Phyton) prestan sus voces a los perros protagonistas. 

Nos deja sus películas y una sonrisa que siempre vivirá unida a nuestra memoria fílmica. Descansa en paz Robin.

Estas son algunas de las reacciones a su muerte:


“Robin was a lightning storm of comic genius and our laughter was the thunder that sustained him. He was a pal and I can’t believe he’s gone.”

Steven Spielberg


“Robin was hands-down a comedy genius and one of the most talented performers I have ever worked with in television or film. To lose him so young at the age of 63 is just a tragedy. I will forever be in awe of his timing, his talent and his pure and golden creativity. … He was my friend and it is rare that you ever have a friend that is also a genius.”

Garry Marshall


"He was one of our most inspired and gifted comic minds, as well as one of this generation’s greatest actors. To watch Robin work, was a magical and special privilege. His performances were unlike anything any of us had ever seen, they came from some spiritual and otherworldly place. He truly was one of the few people who deserved the title of ‘genius.'”
“We were friends for 21 years. Our children grew up together, he inspired us to spend our lives in San Francisco and I loved him like a brother. The world was a better place with Robin in it. And his beautiful legacy will live on forever.”
Chris Columbus

“Onscreen and off, this was a formidable, incredible guy — generous in the best way: with his heart and humor, devoted to making others happy. Over his remarkable career, Robin moved us to tears; sometimes from laughter, sometimes from humanity, sometimes both in the same moment, a feat that few performers have equaled.”
"I will miss Robin deeply but I will never stop treasuring the phenomenal, enduring work he gave to us all. Robin Williams was that rarest of things: a true and forever one-of-a-kind.”
Shawn Levy (director de la franquicia Night at the Museum)

"No words"
Billy Crystal