27 d’abril del 2012

The Frick Collection (o la Mansión de Los Vengadores)


Cuando, en 1963, Stan Lee quería unir a una gran parte de los superhéroes que había creado formando un grupo que llevaría el nombre de Los Vengadores (The Avengers), empezó a pensar en qué lugar podrían tener su centro de operaciones.

Lee, un neoyorkino de pro, estaba paseando un día por la zona alta de la Quinta Avenida (colindante con Central Park). Algo más abajo del Metropolitan Museum of Art creyó divisar lo que estaba buscando. A la izquierda miró en dirección al edificio donde se aloja la prestigiosa colección de arte Frick. Vio que ocupaba toda la manzana entre la Quinta Avenida y la calle 70 disponiendo de un patio interior protegido por una verja central. Un edificio mansión de poca altura pero de vasta anchura que es una de las señas de identidad de la zona.

En ese momento, Stan Lee pareció encontrar lo que quería. Y creó la Mansión de Los Vengadores a su imagen y semejanza situándola también en el mismo lugar geográfico dentro del universo ficticio de Marvel. Una de las modificaciones que introdujo en el comic fue que la puerta principal daba a la Quinta Avenida mientras que en la Frick Collection el acceso está ubicado en la calle 70.

Sería interesante que la futura película sobre Los Vengadores rodara algunos planos de situación allí porque todos aquellos que hayan leído los comics del grupo de superhéroes más poderoso de la Tierra ven rapidamente en la Frick Collection la forma clásica del centro de operaciones del grupo que integran Iron Man, Capitán América, Thor, Visión, Bruja Escarlata, Viuda Negra, Ojo de Halcón, y tantos otros.

A continuación, las fotos realizadas en este reciente viaje que ilustran la fachada desde tres posiciones.


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26 d’abril del 2012

La epopeya de Steve Rogers. Análisis de Capitán América: el Primer Vengador



Marvel Studios ha presentado este año a Thor y al Capitán América y los ha introducido, con éxito, en el universo que ellos mismos iniciaron con Iron Man y Hulk. Cada una de estas películas ha sido una pieza de un puente que nos acerca cada vez más a Los Vengadores, el macroproyecto más exigente en la corta historia de esta joven compañía.

Las dos películas estrenadas este año comparten una valoración similar. Son films bien realizados, con repartos muy cuidados y acertados, buenas localizaciones, y un amplio despliegue de medios. Pero las dos cintas irradian la sensación de ser meros capítulos de una saga. Ambas producciones tienen dos caras diferenciadas en sus respectivos metrajes. Disponen de fases sumamente trenzadas y estructuradas pero también manifiestan amplios bajones de ritmo. Al mismo tiempo, la falta de capacidad conclusiva de sus argumentos les otorga una cierta sensación de películas inacabadas. Consiguen que el público aumente su expectación por Los Vengadores pero, como películas aisladas, resultan demasiado episódicas.

El plan de Kevin Feige (el hombre al mando en Marvel Studios) siempre me ha parecido brillante y deben seguir por este camino pero creo que Iron Man y El Increible Hulk funcionan mejor como películas independientes que las tres últimas que han producido (Iron Man 2, Thor, Captain). Quizá el hecho de que cada vez nos acercamos más a la reunión de los diferentes personajes en The Avengers, provoca que estos films recientes asuman un papel excesivo de antesala hacia lo que vendrá en perjuicio de su propia individualidad.

Entrando ya en la valoración de Capitán América (que contiene algún spoiler), tengo que hacer constar lo fantástica que me resultó la primera parte del film. La presentación de Johann Schmidt alias Cráneo Rojo (Hugo Weaving), la conexión con el universo cósmico de Asgard a través del Teseracto; y las peripecias de un débil Steve Rogers (Chris Evans) en su vano intento de alistarse para combatir en la Segunda Guerra Mundial, suponen una magnífica experiencia cinematográfica que destaca por el equilibrio de un argumento en constante tensión dramática.

El diseño de producción y vestuario de la cinta resulta excelente. Desde el primer momento, te sientes immerso en los años 40 tanto sea en una fría Noruega como en las calles de Brooklyn o en la exposición tecnológica en Corona Park (Queens), donde un joven inventor y empresario llamado Howard Stark (Dominic Cooper) hace su aparición abriendo una tradición familiar que su hijo continuará setenta años después. Viendo a Howard en acción, es más que evidente de quién ha heredado Tony su carisma y encanto.

La inoculación del suero de supersoldado a Rogers y su primera actuación convertido ya en un magnífico ejemplar físico supone el final de esta espléndida introducción de cincuenta minutos. Coincido con mi amigo Octopus en la sensación recibida. Yo también pensé en aquel momento que estábamos ante una de las mejores películas de superhéroes jamás realizadas. La experiencia en el cine estaba resultando apasionante y ver al Capitán en un escenario de guerra parecía que prometía aún más.

Pero la siguiente hora del metraje supone un tremendo bajón en la expectativa creada. Lo que hasta el momento había sido una crónica argumental pletórica de ritmo e interés, se convierte en una sucesión de escenas de combates poco relevantes que nos conducen hacia una conclusión que recupera parte del temple y que, finalmente, consigue dejarnos con ganas de mucho más cuando Rogers irrumpe en el Nueva York de nuestros días.

El desarrollo de los personajes que, también en la primera parte había rayado a gran altura, se disuelve en el nudo del film. Es importante destacar la labor de Stanley Tucci como Abraham Erskine, un judío alemán creador del suero de supersoldado. Un personaje con un interesantísimo pasado que otorga a la película algunas de sus mejores frases. Hugo Weaving, por su parte, demuestra, nuevamente, su gran categoría interpretativa y consigue más de lo que su papel le permite.

Tommy Lee Jones y Hayley Atwell también realizan un fantástico trabajo y Chris Evans cumple en su papel consiguiendo que nos olvidemos completamente de las payasadas de Johnny Storm en los 4 Fantásticos. Asume el papel del idealista y abnegado Steve Rogers y lo caracteriza como debe. En este sentido, su elección supone un acierto.

Joe Johnston fue elegido para dirigir la película por su background previo en películas de época (Rocketeer, October Sky) y realiza un buen trabajo mientras el guión mantiene un ritmo alto. Pero cuando el libreto pasa a ser una crónica de sucesos, Johnston falla y se deja llevar sin equilibrar las escenas de acción con otras de mayor profundización en los personajes. Su irregularidad como realizador se corresponde con la sensación final que transmite la película.

Aún así, la cinta es interesante y recomendable. Es una buena incorporación a la galería de personajes de Marvel Studios y ofrece posibilidades de futuro muy notables. Las reticencias que se observan proceden de los espectadores que tenían expectativas demasiado elevadas.

24 d’abril del 2012

Thor: la épica del Vengador mitológico

"La idea general de un universo cinematográfico, con películas conectadas, es otra herramienta para contar historias que tienes que usar sabiamente. Empezaría a dar la espalda a la idea si alguna vez hubiese empezado a parecerse a una trampa."


Kevin Feige, Marvel Studios CEO




Llevar a la gran pantalla el proyecto de Thor era un reto importantísimo en la corta historia de Marvel Studios. Introducir a un personaje que procede de otro mundo y que es venerado en la Tierra como un Dios mitológico, entrañaba enormes dificultades teniendo en cuenta que el objetivo final era poder juntarlo con Iron Man, Capitán América, y otros superhéroes "mortales" en la esperada película sobre Los Vengadores.

Pues bien, según mi opinión, el reto ha sido superado. Y con esto no quiero decir que la película sea perfecta. El film experimenta los males de la necesaria condensación de acontecimientos y situaciones. El complejo backstory de Thor, explicado y reinterpretado a lo largo de casi cincuenta años de viñetas en los cómics, ha tenido que ser obviamente reducido y algunos personajes no tienen la oportunidad suficiente para destacar. Pero hay que evaluar el conjunto y creo que los guionistas de la cinta y el director, Kenneth Branagh, han conseguido un buen ritmo narrativo además de haber colocado todos los elementos mitológicos que el metraje ha permitido. Nadie puede decir, en una película de Marvel Studios, que no se ha tratado con máximo respeto el material de origen. Así fue en Iron Man, Hulk, y también en Thor. La forma de trabajar del estudio que dirige Kevin Feige siempre ha sido la de respetar enormemente el material de base. Los cambios siempre se han ajustado a lo que puede entenderse como la evolución natural de unos personajes que fueron creados en la década de los 60, en un contexto muy diferente al momento presente.

El único reproche que, desde mi punto de vista encuentro al film, es que, al igual que Iron Man 2, está demasiado en función del proyecto futuro de Los Vengadores y su conclusión no está suficientemente marcada. Queda una sensación excesiva de esquema capitular. Al terminar pervive la impresión de haber visto un episodio más que nos acerca a lo que ha de venir. Y aunque el futuro es apasionante, se echa en falta un final más conclusivo.

En cuanto a la dirección de Kenneth Branagh, creo que se ha demostrado su idoneidad para llevar adelante este proyecto. Su toque personal es más que evidente en todas las escenas que transcurren en el Reino de Asgard. Un mundo en que el honor, la nobleza, la épica, pero también la traición y la lucha por el poder conviven en el día a día. Es inevitable encontrar en este contexto una analogía con el drama shakesperiano clásico que Branagh tan bien conoce. El intento de un hijo por satisfacer a un padre, la decepción que los actos del vástago generan en el progenitor, el castigo procedente, el hijastro en busca de reconocimiento... son temas recurrentes en la dramaturgia clásica inglesa. Y, aunque obviamente con mucha menos profundidad, todos estos temas están presentes en la película. Branagh se ha ajustado al formato que se le pedía y le ha sacado el máximo rendimiento.

Tanto el prólogo como el devenir de las vicisitudes en la Casa de Odín, son merecedoras de la máxima consideración por varios motivos: puesta en escena, efectos digitales, e interpretación de los actores implicados. Anthony Hopkins hace gala de toda su experiencia y prestancia como Odín, el padre de todos, un líder de pasado heroico convertido ahora en Rey sabio y prudente, que infunde respeto y admiración.

El australiano Chris Hemsworth resuelve con solvencia el importante reto de interpretar a Thor. Además de su imponente presencia física, consigue representar adecuadamente la arrogancia e imprudencia que caracteriza a su personaje al inicio del film. Después, su purgatorio en la Tierra le hace cambiar y comprender cual era la intención de su padre al desterrarle y despojarle de sus poderes. Aunque el proceso es necesariamente muy rápido, creo que el significado de su evolución como personaje llega bien al espectador.

Y qué decir de Tom Hiddleston, cuya interpretación de Loki resulta muy lograda. Representa con brillantez los diferentes estados de la compleja personalidad del villano. Primero le vemos sumiso, en segundo plano, aunque sólo es una posición que le permite influir más para conseguir su objetivo de usurpar el trono de Asgard. Después, el que parecía ser un simple acompañante se convierte en un antagonista peligroso y mortal, con una ambición sin límites y experto en la manipulación y el engaño. Sus maniobras siempre tienen varias lecturas y no es de extrañar que, al igual que en los cómics, vaya a ser el villano en la película de Los Vengadores. Su objetivo de dominación, su capacidad para engañar, y los poderes mágicos que le son propios, le sitúan como una amenaza cósmica capaz de reunir bajo su mando a un poderoso cuerpo de invasión que ponga a la Tierra en el mayor de los peligros.

Las escenas en la Tierra carecen, obviamente, del lustre y la magnificencia de aquellas que se sitúan en Asgard pero mantienen el ritmo gracias a dos elementos importantes: la aparición de SHIELD y los momentos de humor que se suceden.



Clark Gregg retoma el papel del agente Phil Coulson para, tal como veíamos en Iron Man 2, dirigir el despliegue de la poderosa agencia gubernamental entorno al estudio del Mjolnir. La entrada de Thor en la instalación y su fracaso al no poder conseguir el control del martillo es un gran momento de la película y un acierto en dirección e interpretación. El inevitable constreñimiento a un metraje que no supere las dos horas nos evita más situaciones como éstas. Por ello hay que valorarlas más.

Y las situaciones humorísticas resultan bastante naturales y lógicas en el argumento que se nos propone. Mención especial para Kat Dennings y su personaje de Darcy que, aunque tiene poca presencia, se reserva algunas de las líneas de díalogo más divertidas de la película. Gracias a estos momentos se incluyen también los cameos de Stan Lee y J. Michael Straczynski.



Natalie Portman es quizá la que resulta más ignorada dada la poca profundidad de su papel. Stellan Skarsgaard, por el contrario, se las arregla para trascender bastante más y el año que viene volveremos a verle en Los Vengadores.

La sensación al final del film es la de querer más. Querer ver más de Asgard, del Reinado de Odín, de su esposa Frigga, del enorme temple y presencia de Heimdall, de las bravuconadas de Volstagg, de la habilidad para el combate de Sif, y del destino final de Loki en Jotunheim.

La película de Los Vengadores, con tantos personajes a bordo, deberá ser forzosamente más extensa pero Marvel Studios tiene en mente continuar con Thor en una secuela individual. Y no es para menos porque, con lo visto hasta ahora, sólo hemos rozado la superficie de un mundo místico maravilloso.

La cinta contiene, como es habitual, numerosas referencias a otras películas de Marvel y a personajes del universo fílmico que se está creando.

Las más relevantes son las siguientes:

- Cuando SHIELD requisa toda la investigación astronómica que dirigía Jane Foster (Natalie Portman), Erik Selvig (Stellan Skarsgaard) comenta que conocía a un científico pionero en la investigación con rayos Gamma. Cuando SHIELD empezó a seguir sus pasos y a investigarle, este científico desapareció. Sin duda alguna se está refiriendo a Bruce Banner y a su huída tras realizar el experimento que le convirtió en Hulk por primera vez. Recordemos que, al inicio de la película que dirigió Louis Letterrier y protagonizó Edward Norton, vemos numerosas comunicaciones escritas por Nick Fury en las que se ve claramente que estaban monitorizando la búsqueda que coordinaba el General Thaddeus "Thunderbolt" Ross (William Hurt).

- Cuando Thor irrumpe en la instalación que SHIELD ha montado alrededor de Mjolnir, Phil Coulson envía a un experto tirador hacia un puesto de vigía. Este tirador, que elige el arco como arma, no es otro que Clint Barton alias Ojo de Halcón (Jeremy Renner).

- La aparición del Destructor, en pleno desierto de New Mexico, congrega a un importante dispositivo de SHIELD. Al ver a semejante criatura acorazada, uno de los agentes pregunta a Coulson... ¿ esto es un ingenio de Stark ?... a lo que Coulson responde... no lo sé, nunca me cuenta nada...

- La escena post-créditos es quizá la más importante de cuantas se han visto hasta ahora. Conecta directamente con la futura película sobre el Capitán América. En ella Erik Selvig es conducido a una instalación subterránea de SHIELD donde le espera su director, Nick Fury (Samuel L. Jackson).


Fury comenta... a veces la mitología y la historia convergen... quiero enseñarle algo que hemos encontrado...
Fury abre un maletín en el que se encuentra un Cubo Cósmico requisado a los nazis posiblemente por el Capi.

Cuando todo parece ir encajando una presencia turbadora hace su aparición. Loki, utilizando su poder, ha poseído a Selvig y observa la naturaleza del objeto...

23 d’abril del 2012

Frases de cine. El Increíble Hulk (Louis Leterrier, 2008)

Guión de Zak Penn y Edward Norton



General Joe Greller: A pesar de las prisas tienes de lo mejorcito y te he fichado un crack. Emil Blonsky, nacido en Rusia, criado en Inglaterra. La Marina Real lo ha cedido en préstamo al Comando de Operaciones Especiales.
General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: Sé que has tenido que mover muchos hilos, Joe.
General Joe Greller: Me alegro de haber podido ayudar. Aprovéchalo.

Emil Blonsky: Las he pasado putas en misiones muy jodidas. He visto caer a hombres buenos sólo porque nadie nos decía donde nos metíamos. Uno continúa porque es un profesional, así es el trabajo. Pero esto, esta anormalidad lo supera todo. Y no me apetece alejarme de ello. Si vuelve a por él, cuente conmigo. Y, con todo el respeto, debería buscar un equipo dispuesto a pelear duro porque si esa cosa vuelve a aparecer... se encontrará con un montón de matones cagandose encima... Señor.


General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: En mi opinión el cuerpo de ese hombre pertenece a nuestro ejército.


General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: Blonsky, ¿ qué edad tiene usted ? ¿ 45 ?
Emil Blonsky: 39.
General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: Este trabajo desgasta.
Emil Blonsky: Sí, es verdad...
General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: Pues salga de las trincheras. Con su historial, a estas alturas, debería ser coronel.
Emil Blonsky: No, me gusta luchar. Y lo haré mientras pueda. Con mi cuerpo de hace diez años y todo lo que sé ahora, sería un rival temible.
General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: Quizá pueda conseguirle algo parecido...

Tony Stark: Mmmm... el olor de la cerveza añeja y de la derrota. Lo lamento pero ya se lo advertí General, el programa supersoldado se congeló por una razón. Siempre he creído que ese montón de hierro es mucho más fiable.
General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: Stark...
Tony Stark: General...
General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: Siempre lleva unos trajes muy refinados.
Tony Stark: ... touché. He oído que tiene un problema excepcional.
General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: quien fue a hablar...
Tony Stark: Y quien va a escuchar... ¿ y si le digo que estamos reuniendo un equipo ?
General Thaddeus "Thunderbolt" Ross: ¿ estamos, dice ? [Tony Stark sonríe...]

22 d’abril del 2012

Frases de cine. Iron Man (Jon Favreau, 2008)

Guión de Art Marcum, Matt Holloway, Hawk Ostby, y Mark Fergus.



Pratt: ¿ Es cierto que hizo un pleno con las modelos de la portada de Maxim del año pasado ?
Tony Stark: Una pregunta excelente. Sí y no. Con marzo tuve un desacuerdo horario pero había gemelas en la portada de Navidad.

Jim Rhodes: Como oficial de enlace con Industrias Stark, he tenido el privilegio singular de servir con un auténtico patriota. Él es mi amigo y ha sido mi grandísimo mentor. Distinguido público, tengo el honor de presentarles al ganador del Premio Apogeo, el señor Tony Stark ! [el público aplaude]
Jim Rhodes: ¿ Tony ? [Stark no está en la sala, y Stane se acerca al escenario]
Obadiah Stane: Gracias, coronel. Esto es hermoso. Muchas gracias a todos. Bien, no soy Tony Stark. Pero si fuera Tony, les diría que me siento muy honrado, que es una gran alegría recibir este premio tan prestigioso. Tony... lo mejor de Tony es también lo peor, siempre está trabajando. [se produce un cambio de escena en el que vemos a Stark jugando a los dados en el casino Caesar's Palace de Las Vegas.

Virginia 'Pepper' Potts: [después de que Stark haya pasado la noche con Christine] Le traigo su ropa, se ha limpiado y planchado, y hay un coche fuera que la está esperando para llevarla donde usted desee.
Christine Everheart: Debe de ser la famosa Pepper Potts.
Virginia 'Pepper' Potts: Esa soy yo.
Christine Everheart: Después de tantos años, Tony aún la tiene doblando ropa.
Virginia 'Pepper' Potts: Hago absolutamente todo lo que requiera el señor Stark, lo cual incluye, en ocasiones, sacar la basura...

Tony Stark: ¿ Es mejor ser temido o respetado ?. Yo digo, ¿ por qué no ambas cosas ? Con este antecedente, les presento la joya de la línea libertad de Industrias Stark. Es el primer sistema de misiles en incorporar nuestra tecnología repulsora. Dicen que la mejor arma es la que nunca tienes que disparar. Yo no comparto esa idea. Yo prefiero el arma que sólo tienes que disparar una vez. Así lo hacía papá, así lo hace Norteamérica... y hasta ahora ha dado buen resultado. Si encuentran una excusa para soltar uno de estos, personalmente les garantizo que los malos no se van a atrever a salir de sus cuevas. Quiero presentarles... el Jericó.


Yinsen: ¿ Lo que ha visto fuera ? Es su legado, Stark. El trabajo de su vida en manos de esos monstruos !!! ¿ así quiere acabar su vida ? ¿ es éste el último acto de rebeldía del gran Tony Stark ? ¿ o va a hacer alguna cosa para impedirlo ?
Tony Stark: ¿ por qué iba a hacer algo ? nos mataran y sino, lo más seguro es que me muera dentro de una semana.
Yinsen: Pues entonces es una semana muy importante para usted.


Tony Stark: ¿ Tienes familia ?
Yinsen: Sí, y la veré cuando salga de aquí. ¿ Y tú, Stark?
Tony Stark: No.
Yinsen: Así que eres el hombre que lo tiene todo, y nada.


Virginia 'Pepper' Potts: Tony, tienes que ir al hospital, los médicos deben examinarte.
Tony Stark: No tengo que hacer nada. Llevo tres meses en cautividad. Pero hay dos cosas que quiero hacer. Comerme una hamburguesa, y la otra...
Virginia 'Pepper' Potts: No empieces con eso.
Tony Stark: No es lo que imaginas. Organiza una rueda de prensa.

Obadiah Stane: [discutiendo con Stark sobre el futuro de la empresa] Nosotros somos fabricantes de armas. Ese es nuestro oficio, somos ferreteros. Hacemos armas y evitamos que el mundo caiga víctima del caos.

Tony Stark: Me has apoyado todos estos años mientras me beneficiaba de la destrucción. ¿ Y ahora que intento proteger a los que antes ponía en peligro, me vas a abandonar ?
Virginia 'Pepper' Potts: Esto es un suicidio, Tony. No quiero participar.
Tony Stark: ¿ Por qué vivir si no tienes una razón ? no estoy loco, Pepper. Es sólo que ya sé qué debo hacer y siento en el corazón que es lo correcto.
Virginia 'Pepper' Potts: Yo tampoco tengo a nadie más.

Virginia 'Pepper' Potts [entrando en el laboratorio de Stark y comprobando que los robots estan intentando sacarle de la armadura de Iron Man]: ¿ Qué está ocurriendo aquí ?
Tony Stark: Admitámoslo, esto no es lo peor que me has visto hacer.

Jim Rhodes: Esto no es un juego. No puedes estar enviando aparatos civiles a mi zona de guerra activa. ¿ me recibes ?
Tony Stark: No es sólo un aparato. Es un traje y yo voy dentro... soy yo !!!

Obadiah Stane: [a Stark] Tony... cuando dí la orden para que te eliminaran, tenía miedo de estar matando a la gallina de los huevos de oro. Pero, ya ves, ha querido el destino que sobrevivieras a aquello. Te quedaba un último huevo por poner. ¿ De verdad crees que sólo porque tengas una idea, te pertenece ? Tu padre, nos ayudó a poder crear la bomba atómica. ¿ en qué mundo viviríamos si él hubiera sido tan egoísta como tú ?

Jim Rhodes: ¿ Hay algo que pueda hacer ?
Tony Stark: [enfundado en la armadura de Iron Man] Despeja el cielo.


Obadiah Stane: La idea es tuya, Tony, pero mi traje es más avanzado en todos los aspectos !!
Iron Man: ¿ tú cómo has solucionado el problema del hielo ?
Obadiah Stane: ¿ qué problema ?
Iron Man: Puede que te interese estudiarlo [le golpea y empieza a caer al vacío].

Nick Fury: [reproduciendo las palabras de Tony Stark en la rueda de prensa] "Soy Iron Man." ¿ Se cree el único superhéroe del mundo ? Sr. Stark, ahora forma parte de un universo más amplio, sólo que aún no lo conoce.
Tony Stark: ¿ Quién es usted ?
Nick Fury: Soy Nick Fury, director de Escudo (S.H.I.E.L.D). He venido a hablarle de la Iniciativa Vengador.

Iron Man



En la semana previa al estreno de Los Vengadores, es el momento de preparar el acontecimiento recuperando algunos artículos sobre las producciones recientes de Marvel Studios. Unas películas que nos han servido de introducción y prólogo para el nuevo film de Joss Whedon. Empezamos este repaso con la producción que inauguró la actividad de Marvel Studios: Iron Man (2008).

Después de haber visto Iron Man, creo fervientemente que se trata de una de las mejores adaptaciones de cómic jamás realizadas. El personaje creado por Stan Lee, Jack Kirby, Don Heck, y Larry Lieber, en 1963, brilla con luz propia en la pantalla grande gracias a la soberana interpretación de Robert Downey Jr.


Robert Downey Jr. siempre ha sido un actor de gran talento y así se le ha considerado desde sus inicios, pero su carrera y sus grandes aspiraciones se han visto oscurecidas por la sombra constante de sus adicciones y consiguientes detenciones y juicios. Afortunadamente, desde hace unos años, Downey parece haberse rehabilitado, y ha superado sus antiguos problemas en un intento de reconducir su vida y su carrera.

Conociendo el comic de Iron Man y la personalidad de su alterego Tony Stark, parecía un acierto la elección de Downey pero después de verle en acción esa decisión es aún mucho más acertada. Tony Stark es un multimillonario ambicioso, mujeriego, irresponsable, poco constante, ocioso, y dominante. Pero también es un ingeniero brillante, tiene un cerebro científico impresionante, y es siempre honesto y cercano a sus principales colaboradores. Todos estos elementos los representa perfectamente Downey con su interpretación. El papel le viene como anillo al dedo y se nota que ha disfrutado enormemente trabajando en este film. De hecho, él mismo afirmó hace unos dias que le gustaría hacer bastantes más películas de Iron Man, ya que le ha entusiasmado el personaje, su historia, y sus posibilidades de futuro.

Y no es para menos. El guión es muy entretenido, mantiene un ritmo constante, hay personajes interesantes, y contiene impresionantes escenas de acción. Lo que más me gustó fue el equilibrio que se establece, en todo momento, entre la acción y el argumento de génesis del personaje y de conspiración empresarial.

La película es un referente digno para un personaje que es uno de los emblemas de Marvel desde hace más de cuarenta años. Contiene, además, numerosos guiños que los aficionados al cómic verán rápidamente (Jarvis, Rhodes y "War Machine"...).

Es un ejemplo de cómo deberían de ser las adaptaciones de comic al cine. Jon Favreau ha conseguido estructurar un film que entretiene desde una posición de calidad y de respeto al material de origen.

Por último, recordar a aquellos que no hayan ido al cine a verla, que se queden hasta el final de los títulos de crédito puesto que les espera una sorpresa muy potente, con la aparición de un personaje mítico de Marvel, que de alguna manera augura el futuro del mundo de los superhéroes.

20 d’abril del 2012

Recordando a Irving G. Thalberg


Son varios los nombres ilustres que están vinculados a la expansión de la industria cinematográfica de Hollywood entre la década de los 20 y los 30. Pero, de entre todos ellos, sobresale la trayectoria de un hombre que aunó todos aquellos elementos que distinguen al emprendedor americano.
Me estoy refiriendo a Irving Thalberg, un icono de la industria hollywoodiense, que fue capaz de obtener grandísimos logros en una breve pero intensísima carrera que se vio súbitamente cortada con su prematura muerte a los 37 años de edad.

Cuando se les pregunta a los historiadores cinéfilos quien fue la persona que más contribuyó a crear el modelo de producción que distinguió a los grandes estudios de Hollywood, no suelen aparecer los nombres de Jack Warner, Louis B. Mayer, o Darryl F. Zanuck. Ellos fueron mecenas y grandes empresarios que siempre necesitaron que otra gente, con un perfil más creativo, dirigiera la línea de producción de sus majors. Y es en este sentido que la figura de Irving Thalberg resulta tan importante. 

Thalberg había nacido en el seno de una humilde familia judía de Brooklyn. Siendo niño le fue diagnosticada una afección cardíaca congénita que, en la opinión médica, no le permitiría rebasar la treintena. Quizá impulsado por ello, el joven Irving decidió vivir meteóricamente y, de forma consciente o inconsciente, logró mucho más en 15 años de carrera que otros habiendo dedicado toda su vida al negocio del cine.

Entró en el mundo del séptimo arte trabajando como secretario en las oficinas neoyorkinas de Universal Pictures. Su buen trabajo no pasó desapercibido y pronto se le ofreció la posibilidad de convertirse en supervisor de producción en los estudios de Los Angeles cuando sólo contaba 21 años de edad. Entre 1921 y 1924 controló más de 100 producciones del estudio y se forjó un nombre en la industria que llamó la atención de Louis B. Mayer, quien le ficha para su ambicioso proyecto de fusión de compañías. Un proceso que acabaría creando el conglomerado Metro Goldwyn Mayer, del cual Thalberg fue su primer jefe de producción. 

En tan solo tres años, la gestión de Thalberg convirtió a la MGM en el estudio número 1 de Hollywood y siguió trabajando para dicha major hasta su fallecimiento en 1937. La fórmula de su éxito respondía a su aguda perspicacia para seleccionar los mejores proyectos y a las personas que mejor podían llevarlos a buen puerto. Estableció las bases del "studio star system" al descubrir a nuevos talentos y contratar a otras grandes estrellas bajo contratos exclusivos con la MGM. Impuso también una forma de trabajo cooperativa en todos los niveles de la producción fílmica. Fue el pionero a la hora de planificar reuniones creativas interdepartamentales entre guionistas, director, y actores. Barrió el modelo anterior de compartimentos estancos, en el que cada uno de los implicados en una película trabajaba por su cuenta, y le dio entidad y rigurosidad a la creación cinematográfica.

En sus trece años como jefe de producción de MGM supervisó más de 400 proyectos combinando calidad y éxito comercial. También fue el pionero en la introducción de sneak previews (para comprobar la reacción del público antes del estreno) y, por consiguiente, defendió la necesidad de rodar escenas adicionales para mejorar la acogida de una película, cuando ésta no acababa de convencer al público presente en los pases de prueba. Fue un defensor a ultranza de la adaptación de grandes clásicos de la literatura en la gran pantalla y descubrió y propulsó las carreras de futuras estrellas como Greta Garbo, Clark Gable, Luise Rainer, Joan Crawford, Jean Harlow, Lionel Barrymore, John Gilbert, Lon Chaney, y Wallace Beery, entre otros.

Fue el primero que abogó por reunir a dos grandes estrellas en una misma película y no tuvo suficiente con eso sino que también defendió la necesidad de realizar películas periódicas que aglutinaran a un "all star cast". Ese fue el caso de la película Grand Hotel (ganadora del Oscar en 1932), una auténtica pieza de gran cine clásico en la que actuaron juntos Greta Garbo, Joan Crawford, Wallace Beery, y los hermanos John y Lionel Barrymore.


Otros grandes títulos que fueron producidos por MGM, bajo la supervisión de Thalberg, fueron los siguientes:  la primera versión de Ben-Hur (1925), Anna Christie, La Divorciada, El Campeón, Mata Hari, Tarzán de los Monos, Tierra de Pasión, La Viuda Alegre, Mares de China, La Tragedia de la Bounty, Una Noche en la Ópera, Romeo y Julieta, Margarita Gautier, Un Día en las Carreras, Melodías de Broadway, y María Antonieta.

Bajo su dirección, MGM amparó producciones de todos los géneros. También fueron pioneros en apostar por el género del terror. Un camino que después seguiría, con gran éxito, Universal Pictures.

Thalberg fue capaz de generar expectación y éxito mediante la configuración de grandes equipos que fueron capaces de trasladar a la pantalla los principales ideales del espíritu emprendedor estadounidense en una época en que la audiencia estaba más necesitada que nunca de nuevos referentes que les inspiraran ante el fuerte impacto de la depresión económica. Su modelo fue imitado por las otras majors dando lugar a lo que se conoce como la era dorada de Hollywood, una época en que la industria del séptimo arte eclipsó a cualquier otra forma de expresión artística y se convirtió en el gran referente del entretenimiento masivo.

Una neumonía acabó con su vida antes de tiempo. Junto a él estuvo hasta el final su esposa, Norma Shearer,  una gran actriz que también formó parte de su lista de descubrimientos. Su muerte conmocionó a toda la comunidad de Hollywood e incluso el presidente Franklin Delano Roosevelt envió su condolencia y se expresó con las siguientes palabras: "The world of art is poorer with the passing of Irving Thalberg. His high ideals, insight and imagination went into the production of his masterpieces".

Su funeral, celebrado en el Wilshire Boulevard Temple, congregó a la plana mayor de Hollywood. Actores, directores, productores, y ejecutivos de primer nivel estuvieron presentes para despedir al genio de Brooklyn. David O. Selznick dijo de él lo siguiente: "He was, beyond any question, the greatest individual force for fine pictures". Darryl Zanuck también se expresó con rotundidad: "More than any other man he raised the industry to its present world prestige".

Un reconocimiento tan aplastante y evidente que llegó a quedar refrendado eternamente por parte de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Desde su fallecimiento, se entrega, de una forma no regular, el Irving Thalberg Memorial Award a aquellos productores cuya carrera ha trascurrido por los caminos de la excelencia. Un gran reconocimiento que perpetúa un legado mítico.    

18 d’abril del 2012

Duelo a tres bandas

¿Os suena la localización?



Las fotos fueron tomadas por mi amigo Xavi en un viaje reciente a tierras sureñas. Gracias !!!

13 d’abril del 2012

Spartacus Vengeance: la batalla del Vesubio abre nuevos frentes


"I’m a strong believer in putting a punctuation mark on the end of a season. You get the sense there’s something more coming, but it’s also a complete experience; it’s not a big cliffhanger. I wanted to wrap up some story threads, especially looking toward the next season when we bring in Marcus Crassus and Julius Caesar going after Spartacus. There needed to be some housekeeping to make room for the next round of storytelling. More than anything, I want to go for an emotional tale that hopefully will have people leaping out of their seats and yelling at their television."


Así se expresa el creador y showrunner de Spartacus Vengeance, Steven S. De Knight, tras la épica y cruenta conclusión de esta sangrienta temporada. Y es que resulta difícil construir un discurso racional tras contemplar la multitud de hechos rompedores y decisivos que ocurren en un último episodio que cierra, de forma gloriosa, una temporada en la que hemos seguido asistiendo a la voraz violencia que caracteriza a la serie pero también (y eso no todos los analistas lo compartirán) a un despliegue enormemente relevante de conspiraciones  y conflictos entre personajes. El resultado es que han conseguido subyugar una vez más a la audiencia con tan audaz propuesta y el próximo año tendremos una nueva season que De Knight asegura que será aún más épica, con escenas de batallas a gran escala.

Creo que es importante afirmar un elemento que empieza a surgir en las conversaciones de los seriéfilos. Me refiero al hecho de que las tres entregas de Spartacus han sido descalificadas por parte de la crítica debido al uso tan gráfico y explícito de la violencia y el sexo. Pero esa es la propuesta que hace que esta serie triunfe y se mantenga. Una versión más light habría sido cancelada tras su primer año. Por otra parte, muchos de los analistas banalizan la propuesta y no profundizan en lo que también ofrece la serie a nivel argumental y narrativo. 

A este respecto, es más que evidente que varias series, consideradas oficialmente más visibles, desearían tener unas tramas de relación entre personajes tan potentes como las que hay en Spartacus. Porque entre la violencia, en ocasiones gratuita que despliega la serie, podemos encontrar otros niveles narrativos que han configurado a personajes tan brillantes como Quinto Batiato, Lucrecia, Illythia, Ashur, y un largo etcétera. Ha habido diálogos magníficos y frases para el recuerdo a lo largo de estos dos años de emisión. Y siempre hemos podido encontrar un retrato sin concesiones de la vida en la antigua Roma, un aspecto largamente deseado y ambicionado por las nuevas generaciones. 

Tal como defendía en un artículo anterior, el espectro actual de series es tan amplio que toda clase de público puede encontrar la mejor propuesta para sus gustos. Dentro de este panorama, Spartacus cumple con las expectativas de un sector de la audiencia que busca adrenalina. Pero, al mismo tiempo, si no dispusiera de buenos guiones y personajes, ese interés se habría desvanecido. Por tanto, hay que ir más lejos en los análisis y reconocer que Steven De Knight ha construido algo muy extremo pero a la vez necesario.

Mi voluntad de no ofrecer spoilers me impide hablar con detalle de la poderosa conclusión de Vengeance. Pero no creo descubrir demasiado si afirmo que la próxima temporada arranca seis meses después. Espartaco está reuniendo un numeroso ejército para hacer frente a la cólera del romano más influyente de su tiempo, Marco Licinio Craso. Él será quien movilizará legiones para combatir la insurrección que se gesta en el sur. Y, entre las columnas del Senado, veremos también a un joven y ambicioso tribuno que vislumbrará en esa campaña una oportunidad para progresar y acometer objetivos más importantes. Ese joven patricio es, nada más y nada menos, que Julio César...

11 d’abril del 2012

¿ Por qué nos gustan las series ?


El fenómeno de ascenso imparable de las series de televisión, dentro del panorama mediático audiovisual, ha sido objeto de numerosos análisis por parte de varios expertos. Pero de todos los analistas españoles, yo me quedo con las reflexiones que ha llevado a cabo Jorge Carrión, doctor en humanidades y profesor de la Universitat Pompeu Fabra. Tras la publicación de su interesantísimo libro titulado "Teleshakespeare", en el que analiza y comenta varios de los mejores proyectos televisivos de los últimos años, Carrión se ha situado como el analista seriéfilo más avezado del país puesto que aplica a sus escritos los principios derivados de su excelsa base literaria y humanística. Por consiguiente, sus análisis son los más profundos y rigurosos que se pueden encontrar en la esfera de la crítica televisiva.

Hace unos meses, tuve la oportunidad de asistir a una charla suya y fueron muchos los temas clave que me llamaron la atención en su intervención. Más allá de algunos desacuerdos en sus apreciaciones, que siempre deben existir en toda valoración crítica, subyacen una serie de elementos en su discurso que creo que pueden iluminarnos bastante acerca del actual triunfo de los proyectos televisivos en el espectro audiovisual norteamericano.

- Respecto al cine, las series de televisión aportan una mayor posibilidad de circulación e inmediatez. Eso ha favorecido el surgimiento de núcleos seriéfilos en varios países, que actúan como difusores de los proyectos. La series de televisión e internet actúan como dos buenos hermanos. Han permitido expandir el interés y el seguimiento de los proyectos creando un nuevo mundo de relaciones y nuevas oportunidades de relación entre personas, que analizan los nuevos episodios que van apareciendo semana tras semana formando una comunidad de intereses compartidos.

- Se han llegado a establecer, incluso, relaciones entre los fans y los guionistas de las series. El auge de las redes sociales ha permitido conectar a creadores y público y, en algunos casos, las sugerencias de los aficionados han llegado a considerarse a la hora de definir el rumbo de ciertos aspectos de una serie.

- Las series, por su propio formato periódico, generan una enorme adicción. Pero se ha generalizado tanto el aprecio del espectador por este tipo de proyectos que la adicción se ha expandido a todos los géneros temáticos. Lo que empezó siendo un interés por los temas de policíacos o de ciencia ficción, ahora se ha convertido en un interés por todo tipo de propuestas (históricas, bélicas, románticas, musicales, comedias...). El espectro temático es muy amplio y eso permite que cada tipo de publico encuentre su preferencia. Nadie puede quedar excluido si se acerca al mundo de las series de televisión.

- Las series tienen una penetración pedagógica en el público que es muy superior a la que produce el cine y la literatura. En el libro, Carrión alude a un caso concreto que entronca con la espléndida película Origen, de Christopher Nolan. El autor sostiene que el film nos introduce a un protagonista, Dom Cobb (Leonardo Di Caprio), que nos ofrece mucho pero al que le faltan 40 horas de ficción dramática. La duración limitada de una  película no nos permite explorar más sobre la forma de trabajar de Cobb. En las series, en cambio, los personajes acaban siendo interiorizados por el público que puede llegar a establecer relaciones de fuerte vinculación o apego (cosa que, a veces, puede resultar fatal cuando un showrunner decide acabar con la trayectoria de un personaje).

- Como consecuencia de esto, las series explican mejor la realidad contemporánea y debido a su mayor duración, pueden establecer multitud de argumentos secundarios que engrandecen y le dan al proyecto un carácter más completo y definido.

- En el caso de las series británicas recientes producidas por la BBC (Sherlock) o Channel4 (Black Mirror), Carrión considera que su gran aportación ha sido la mutación de formatos convirtiéndolas en trípticos de tres películas de hora y media que han golpeado e impactado por igual a una audiencia siempre sedienta de creatividad.

Así pues, sirva este artículo para ilustrar un poco más acerca del poder que ostentan las series de televisión norteamericanas dentro del panorama creativo de la industria del entretenimiento.

3 d’abril del 2012

Algo se mueve en Sterling, Cooper, Draper & Pryce


Siete meses han pasado en el timeline de Mad Men. Nos situamos ahora en mayo de 1966. La agencia de publicidad Sterling, Cooper, Draper & Pryce parece haber salido del hoyo en que quedó sumida tras la marcha de Lucky Strike como cliente.

Situados de lleno en la Presidencia de Lyndon B. Johnson, los acontecimientos sociales más relevantes del momento siguen teniendo su eco en una serie que nunca pierde de vista el contexto en el que se sitúa. La lucha de la comunidad afroamericana por integrarse en el mundo laboral de las grandes empresas tras el derribo de la segregación, es un tema que rodea el doble capítulo de inicio de la quinta temporada. Al igual que también hay notables referencias a la escalada de la guerra en Vietnam y a los disturbios que se están viviendo en las calles de varias ciudades sureñas donde la lucha por los derechos civiles aún tiene un largo trecho que recorrer.

Matthew Weiner, showrunner y guionista de este doble capítulo, consigue trascender más todavía gracias a la propia concepción del argumento. Buen conocedor de la avidez de los espectadores tras un año y medio de ausencia de la serie en la pequeña pantalla, nos plantea un cambio temporal (aunque no tan pronunciado como en alguna de las anteriores temporadas) que permite visualizar los notables cambios que han experimentado varios personajes y la propia agencia SCDP.

Con su habitual agudeza narrativa, Weiner nos ofrece una nueva obra maestra de la creación televisiva ahondando más en el aura positiva de la trama en contraposición al final sombrío de la cuarta temporada. En esta ocasión, el tono de la premiere viene dominado por mayores dosis de humor en un contexto más alegre para la mayor parte de los que intervienen.

Incluso se permite ofrecernos una set piece musical en la que la nueva esposa de Don Draper, la canadiense Megan (Jessica Paré), demuestra su faceta más artística en una sugerente interpretación del clásico de Gillian Hills "Zou Bisou Bisou" (que también popularizó en la época la mismísima Sophia Loren). La escena que, por mérito propio pasa a formar parte de las fantasías de Harry Crane, avergüenza a Don y eso provocará un conflicto en la pareja que Draper acabará solucionando a su estilo, con una buena dosis de testosterona.


Pero esta premiere viene repleta de temas y cumple de forma canónica con lo que debería ser un buen principio de temporada: ofrecer un ramillete de situaciones y conflictos entre personajes que constituirán la base para las dinámicas narrativas del resto de season. Y, desde este punto de vista, podemos hablar del ascenso de Pete Campbell en la agencia, algo que le reportará un enfrentamiento creciente con Roger Sterling. Por otra parte, tenemos a una Joan Harris, deseosa por volver al único lugar en el que se siente realmente cómoda y realizada: su puesto de ayudante de Lane Pryce en la agencia. Y hablando de Lane...

El bueno de Lane Pryce, siempre tan flemático como le corresponde por procedencia, parece haber olvidado sus anteriores devaneos sentimentales en beneficio de un matrimonio y una familia que, en realidad, sigue sin hacerle feliz. Y de qué forma tan sutil logra Weiner mostrarnos como Pryce va a intentar aprovechar cualquier posibilidad, por mínima que sea, para volver a vivir una aventura que le movilice, que le haga sentirse vivo.

Así pues, estamos ante otro hito de la televisión; el regreso de una serie contundente, bien estructurada y completa en todos sus aspectos. Una propuesta que, siguiendo los trazos que la han hecho grande, consigue adentrarnos en una época de glamour, distinción, y también de indecencia. Y eso es lo que Mad Men reúne fenomenalmente para enganchar una y otra vez a la audiencia.

Y aquellos que piensen que Don Draper puede haber sido domado, creo que pronto comprobarán que en su interior subsiste el apetito insaciable de aquel muchacho, criado en la pobreza, y cuyo nombre era Dick Whitman...