3 de desembre del 2009

Atrapados sin Salida (No Mercy, 1986)


Hay películas que no son brillantes ni aportan nada especial pero que, sin embargo, perduran en la memoria por el momento en que fueron vistas, o por algunos elementos reseñables que siguen atrayendo cuando los ves en sucesivas ocasiones.

Este es lo que me sucede a mí con varios films que podríamos denominar como de "relleno". Y uno de ellos es Atrapados sin Salida (No Mercy), estrenada en 1986 y dirigida por Richard Pearce. Lo que me sigue interesando de esta película cada vez que la veo nuevamente en televisión es la representación de la violencia. Este film es una muestra más del tipo de cine de acción que se hacía en los 80 donde la violencia era descarnada y se mostraban las escenas de tiroteos y luchas de forma muy artesanal, sin trucos visuales. Una sensación muy física que últimamente se ha visto de nuevo en películas como la trilogía de Jason Bourne y los dos últimos Bond protagonizados por Daniel Craig.

En esta película, un policía de Chicago, Eddie Jillette (Richard Gere), viaja a Nueva Orleans para detener a un mafioso cajún, Losado (un sensacional Jeroén Krabbé), cuya organización es responsable de un gran número de delitos entre los cuales se encuentra el asesinato del compañero de patrulla de Jillette. Kim Basinger (en el mejor momento de su carrera) da vida a Michel Duval, la amante de Losado. Por los designios del destino, ambos quedaran unidos en su huida a través de los pantanos de Louisiana. La última escena muestra el enfrentamiento final de Jillette con los hombres de Losado en un motel destartalado. Se trata de una magnífica secuencia de acción, muy bien planificada, y que claramente se inspira en una escena del clásico de Sam Peckinpah, La Huida (The Getaway, 1972).

Gere y Basinger volverían a coincidir en Análisis Final (1992), junto a Uma Thurman, pero la intrascendencia es la palabra que mejor puede resumir esa cinta.

Así pues, creo que mi interés en un film que es francamente sencillo se debe a la combinación entre la visualización de la acción de forma clásica y el interés que siempre he sentido por el sur de Estados Unidos, con esa enorme complejidad multicultural y esos escenarios cenagosos y arbolados que dan siempre un extra a cualquier producción que se localiza allí.

Cabe reseñar que el guión fue escrito por Jim Carabatsos, un ex-militar, que entregó varios libretos interesantes en esos años. Poco antes, Clint Eastwood llevó a la pantalla El Sargento de Hierro (Heartbreak Ridge), un film que merece, por sí sólo, un artículo propio aunque no será "políticamente muy correcto". Y en 1987 llegó La Colina de la Hamburguesa, otro clásico bélico de la Guerra de Vietnam, que sigue siendo un título de referencia en este género.
Para acabar, dejo una pequeña escena de No Mercy (ha sido imposible localizar el trailer) y la canción que cierra el film, interpretada por Michael McDonald.