25 d’agost del 2014

Grandes piezas de Hans Zimmer: Rain Man (1988)


Tras la muerte de un padre con el que había roto relaciones, Charlie Babbitt (Tom Cruise) y su novia Susanna (Valeria Golino) viajan a Cincinnati (Ohio) para la lectura del testamento. Pero cuando el grueso de la fortuna (3 millones de dólares) debe depositarse en una institución mental, Charlie se enoja y acaba descubriendo que la razón de todo ello se basa en la existencia de un hermano autista, desconocido para él, cuyo nombre es Raymond (Dustin Hoffman)

Cuando el director del centro se niega a concederle la mitad de la fortuna, Charlie se llevará a Raymond con destino a Los Angeles donde espera que otros abogados puedan conseguirle la custodia de su hermano y, por consiguiente, la administración del dinero.

Ante las dificultades que entraña viajar con Raymond, Charlie se verá forzado a hacer el largo trayecto en coche. La road movie que se abre entonces es lo mejor del film y la forma como Barry Levinson retrata visualmente el corazón de Norteamérica resulta maravillosa.

El éxito económico de Rain Man fue espectacular: 412 millones de dólares de recaudación mundial sobre un presupuesto de 25.

La cinta obtuvo cuatro premios Oscar: mejor película, mejor dirección para Barry Levinson, mejor interpretación masculina principal para Dustin Hoffman, y mejor guión original por el libreto de Barry Morrow y Ron Bass. También recibió nominaciones en dirección artística, dirección de fotografía, montaje, y banda sonora original. Y precisamente de esta partitura musical queremos hablar hoy.

Hans Zimmer es uno de los compositores más brillantes y laureados del momento. Con un carrera que se extiende durante más de treinta años, ha realizado partituras emblemáticas y ha colaborado en proyectos de muy diversa índole.

Pero, en sus inicios en Hollywood, Zimmer era muy proclive a la utilización del sintetizador en sus piezas. Con el tiempo, el alemán se ha enaltecido y ha ido derivando hacia las composiciones de corte orquestral aunque manteniendo siempre las esencias. Sin embargo, su primera época es representativa de un estilo más electrónico en el que también obtuvo tracks magistrales.

Uno de esas bandas sonoras pertenecientes a esta primera fase creativa es Rain Man (1988). La habilidad para crear un leitmotiv moderno, rompedor, capaz de sugerir movimiento y convulsión, se expresa con mayor contundencia en la secuencia en que los dos hermanos recorren el Oeste y Raymond observa el paisaje humano y natural que se abre ante sus ojos por primera vez. Momentos brillantes para un film de imprescindible visionado.