15 de juny del 2020

Better Call Saul: quinta temporada


Jimmy McGill ha recuperado la licencia de abogado, se ha cambiado el nombre por el de Saul Goodman y ahora solo le falta buscar clientela. ¿Dónde mejor que en los bajos fondos que tan bien conoce? Por otra parte, Mike Ehrmantraut se ha cansado de trabajar para Gus Fring, aunque los peligrosos negocios del cártel de Sinaloa no han hecho más que comenzar.

La crisis que ha causado la pandemia del coronavirus también ha afectado al mundo de las series de televisión. Varias han retrasado su estreno y otras ni siquiera pudieron terminar de emitirse, como la décima temporada de The Walking Dead. Por suerte, la quinta entrega de Better Call Saul comenzó a emitirse poco antes de la tragedia y estaba completa, de modo que los espectadores, aunque confinados, hemos podido disfrutar de los diez capítulos durante dos meses.

En la tercera temporada, con el enfrentamiento definitivo entre Jimmy y los celos de su hermano mayor, Better Call Saul demostró ser mucho más que la precuela de Breaking Bad. Por méritos propios, se ha convertido en una ficción loable y rompedora, comparte universo con las desventuras de Walter White y explora la lucha de un individuo por salir adelante y enfrentarse con las expectativas que la sociedad tiene para él. La cuarta entrega se centró en cómo Jimmy recuperaba la licencia de abogado y se granjeaba una clientela de lo más selecta, formada por los desheredados de Albuquerque. La quinta temporada narra cómo Saul Goodman asienta las bases de su bufete de abogados, se venga de un par de viejos conocidos y afianza un cliente suculento y peligroso, el cártel de Sinaloa.


Las tramas de los personajes secundarios, como Kim, Mike y Nacho, encajan y contribuyen a la del protagonista. Las triquiñuelas de Saul y las ansias de demostrar que es válido y no un bala perdida, como decían su hermano y anteriores jefes, lo conducen a tomar decisiones arriesgadas. La quinta temporada incluye uno de los puntos álgidos de toda la serie, el octavo episodio. Titulado Bagman, responde hasta qué punto están dispuestos a llegar los protagonistas y si se atreverán a cruzar la fina línea que separa la legalidad de las actividades ilícitas. De ambientación desértica, recupera a varios rostros conocidos de Breaking Bad. Dirige Vince Gilligan, el cocreador de la serie, lo que se traduce en un ejercicio de simetría y planificación que hace las delicias de los espectadores.

El tramo final de la quinta temporada no decepciona. Continúa ahondando en las decisiones del protagonista, los peligros que lo acechan y el carácter volátil de Lalo, que se convierte en el antagonista más cautivador de la serie. La próxima entrega será la sexta y última, y promete allanar el camino que conduce al Saul Goodman que descubrimos en Breaking Bad. No podría tener mejor pinta.