10 de novembre del 2011

Señas de identidad: Al Pacino (I)


Al Pacino es uno de los grandes actores de nuestro tiempo. Tiene el reconocimiento del mundo cinematográfico y teatral pero su personalidad, lo que piensa acerca de su profesión, su actitud fuera de escena, es algo no tan conocido para el aficionado al cine.

El propósito del siguiente artículo (dividido en dos entregas) es el de reflejar la personalidad de un hombre en voz propia y ajena. Así pues, profundizemos en las señas de identidad de uno de los grandes del celuloide:

"Siempre prefiero asesorarme conociendo a personajes auténticos, es la mejor forma de crear una base de trabajo que sea objetiva, realista, y posible. Hay que limar la propia imagen y buscar ante todo la identificación con el tipo de personajes que vamos a interpretar."


"El hecho de haber debutado como actor en un escenario es significativo, te otorga una especie de instinto natural y aunque pase el tiempo y esté años sin pisar un teatro, es allí donde realmente te sientes más cómodo. En el cine, lo que ocurre es que llega un momento en el que te das cuenta de la necesidad de trabajar regularmente. Es necesario ponerse a menudo delante de las cámaras porque sino cada vez que inicias un rodaje es como si tuvieras que afrontar un desafío. No existe la experiencia propia como en el teatro. Cada nueva película es la primera."



"Siempre me he considerado un actor de teatro, pero últimamente tengo la sensación de mantener con el cine unas relaciones semejantes. Cada vez me involucro más, sobretodo después de haber aprendido muchísimas cosas sobre el cine al haber desarrollado un proyecto propio como director."


"No pienso demasiado en el estatus. Suelo presentarme en el plató y cumplir con mi trabajo. Pero, al mismo tiempo, uno trata de mantener siempre el mismo entusiasmo. Mientras uno se mantenga entusiasmado por el trabajo todo va bien, pero en cuanto se vuelve una obligación, ya nada tiene sentido. Yo, por ahora, siento que cada film es una aventura, algo nuevo. Sigo aprendiendo con cada trabajo, con cada personaje, y eso es lo que me anima a seguir adelante."

"Hay muchísimos papeles que me gustaría interpretar. Pero yo, como tantos actores, pienso que de una forma u otra, algo va a aparecer en el futuro. Un papel está siendo escrito para mí en este momento y yo no lo sé. Hay un libro que se está escribiendo donde hay un papel para mí, sin que yo me lo imagine."

"Nunca había podido entender la experiencia de ganar un Oscar, porque nunca me había tocado. El hecho de que me hubieran nominado tantas veces y que me hayan invitado a tantas ceremonias ya me parecía un honor. Yo me sentía muy orgulloso con cada nominación que me tocaba. Pero ganar el Oscar es muy especial, porque la entrega de ese premio es algo que ve muchísima gente en el mundo. Tiene una tremenda resonancia posterior aunque la sensación de ganar es algo que sólo dura un par de semanas. Aún así, es innegable que conseguirlo supone una gran satisfacción."

"Muchas veces me siento muy honrado de que la gente quiera saber cosas sobre mi vida privada, porque eso demuestra un interés hacia mi trabajo, y de la única manera en que puedo entender ese fenómeno es tratando de pensar que a mí, a veces, también me interesa saber sobre la vida de otras personas."

"Es muy difícil saber qué película tendrá éxito o no. Las leyes del mercado no son nada estrictas en este sentido. Siempre se espera que sea un éxito el trabajo que uno ha hecho, lógicamente, pero en todo caso es una responsabilidad global. En una película están implicadas muchas más personas, cada una tiene su parte de culpa o acierto en que un film funcione. De todas formas, yo nunca he participado en productos que hayan sido grandes taquillazos, y esto no te obliga a seguir en la misma línea con el siguiente film. Esa sí que es una situación insostenible y que te hace estar más pendiente de las repercusiones comerciales que de tu propio trabajo como actor."

"El Padrino es la película de mi vida porque es un film muy especial, irremplazable. Todo en ella es increíble. Lo que hicieron Francis Ford Coppola y Mario Puzo fue maravilloso, porque lograron plasmar lo que se propusieron explicar desde un principio. Esta película cambió mi carrera, cambió mi vida, aunque no me cambió como actor."

"Durante años Bobby De Niro y yo estuvimos buscando un proyecto en el que pudiéramos trabajar juntos. Todo lo que nos llegaba no nos interesaba demasiado y la cosa se fue alargando. La situación cambió cuando Michael Mann nos presentó su guión de Heat. En principio la acción se situaba en el Chicago de los años 60, aunque ya entonces Michael pensaba en trasladarla al Los Angeles de los 90. Nuestra opinión fue favorable al cambio y así se acabó haciendo. La verdad es que era un proyecto irrenunciable: buena historia, buenos personajes, magnífica propuesta de desarrollo...; Así pues, no había dudas, tenía que filmarse."


"De Niro y yo no tenemos demasiadas escenas conjuntas, debido a la naturaleza de la historia, pero fue muy interesante la conexión que se estableció. Nos veíamos frecuentemente en el set y tuvimos oportunidad de hablar sobre como evolucionaban los personajes etc...; Somos amigos desde hace mucho tiempo y eso se notó en nuestra colaboración."


"Casi siempre se habla de las relaciones que entablas con otros actores con los que has trabajado antes. Bob y yo somos amigos desde hace más de 30 años y existe una gran confianza entre los dos. Creo que nuestra relación en la vida personal y la familiaridad que hay entre nosotros nos ha servido a la hora de trabajar juntos."



"Creo que es fabuloso trabajar con alguien a quien conoces desde hace tiempo; es como trabajar con un miembro de tu familia. Es comprensible que muchas familias de actores hayan hecho cosas juntos porque existe una especie de subtexto por el que dirigirte, que no es otra cosa que la confianza que te inspira actuar con tu gente. Este es el caso de Bob De Niro y yo. Aunque no aparezcamos juntos demasiadas veces en la película, me siento muy afortunado de haber podido trabajar con él."


"Las películas siempre estuvieron alrededor, pero las consideré sólo una opción. Y fue la suerte, sin duda, la que puso en mi camino a directores como Coppola, Brian de Palma, Lumet, Pollack, Friedkin... Pero, me hubiera sentido totalmente realizado si toda mi vida se hubiera desarrollado en el teatro de repertorio. Aunque no sé cuán lejos habría llegado."


"Como padre, intento apartar lo más posible a mis hijas de las películas demasiado violentas, pero las tiendas de vídeos están por todas partes y no podré evitar que algún día las alquilen. De todas formas, la violencia siempre ha estado con nosotros. Es parte de la naturaleza humana, pero también hay otros muchos aspectos en ella que pueden ser casi tan contraproducentes o más en los menores."