28 d’octubre del 2012

"Don't bother Gyp..."



De todos los personajes que se han incorporado a la tercera temporada de Boardwalk Empire, destaca muy especialmente el de Giuseppe Colombano "Gyp" Rosetti. Asociado con uno de los grandes jefes criminales de Nueva York, Joe Maseria, Rosetti es enviado a Atlantic City para refrendar el acuerdo de distribución de alcohol ilegal con "Nucky" Thompson.
 
Pero, cuando "Nucky" anuncia que pasa a distribuir mercancía en exclusiva para Arnold Rothstein, Rosetti entra en cólera y empieza a manifestar los rasgos principales de un carácter brutal y despiadado a la vez que caprichoso y exacerbado.
 
Su uso de la violencia está fuera de lugar incluso para aquellos que comparten negocio. Todo procede de un enorme complejo de inferioridad que le persigue desde niño, cuando por la extrema pobreza de su familia en Sperlinga (Sicilia) se vieron obligados a vivir en cuevas, sin mayor amparo que el de una roca fría en condiciones infrahumanas.
 
Desde su llegada a Estados Unidos, ha ido progresando y ostenta un buen nivel social que, sin embargo, no es capaz de enmascarar su desdicha interior y su necesidad de ostentación, manifestada a través de una violencia descarnada y caprichosa. Dentro de él hay un fuego que no puede ser extinguido. Ve en cualquier palabra, en un simple gesto, una amenaza a su persona, una burla a su ignorancia y a su falta de clase. Su perversión convierte situaciones imaginarias en reales para él y de ahí su forma brutal de solucionar problemas, aún cuando no se haya producido nada que fuera merecedor de esas reacciones sobredimendionadas.
 
Bobby Cannavale realiza una extraordinaria interpretación en el papel de Rosetti y siempre vemos en él esta doble capa de personalidad, esta furia imparable que puede manifestarse en cualquier momento.
 
Rosetti no va a dejar que "Nucky" y Rothstein controlen el tráfico de alcohol en la ruta Atlantic City-Nueva York. Y es por ello que se establece en un pequeño pueblo, a medio camino entre las dos ciudades, llamado Tabor Heights. Allí establece una especie de "control aduanero", impidiendo que la mercancía llegue a las manos esperadas.
 
Rothstein no se quedará con las manos vacías y tratará de destruir el tinglado de Tabor Heights pero eso provocará aún más a Rosetti. Lo que ocurra a partir de este momento nos acerca más a una guerra abierta entre clanes y eso puede ser apasionante.