11 de juliol del 2013

Hepburn & Tracy : inicios y trayectorias personales

Con este artículo y otro que le seguirá, Eva Buendía analiza los hechos principales de la carrera de una de las parejas míticas de la historia de Hollywood. Katharine Hepburn y Spencer Tracy eran colosos de la interpretación y su unión, fuera de la pantalla, se sigue considerando como la más poderosa de cuantas ha habido. A buen seguro que, de vivir en nuestra época, su eco mediático habría dejado bastante atrás al dúo Brad Pitt & Angelina Jolie. Porque Tracy & Hepburn eran seres complejos, con una fuerte personalidad. Su excelencia en el trabajo marcó un hito para futuras generaciones de intérpretes. Y ese umbral que alcanzaron juntos, y por separado, no ha sido superado.

Esta es la historia de dos rebeldes dentro y fuera de la pantalla, de dos actores de la época dorada de Hollywood cuya energía traspasó fronteras y que dejó uno de los legados más significativos de la industria del cine norteamericano de los años 40, 50 y 60: una lista de nueve películas protagonizadas por ambos en las que su profesionalidad y rivalidad interpretativa constituían uno de los principales atractivos de las filmaciones. No pueden ser otros que Katharine Hepburn y Spencer Tracy.


En el momento de conocerse para rodar su primer filme juntos, La mujer del año (Woman of the Year, 1942), Hepburn ya era una actriz de teatro muy consolidada, con  más de veinte obras en su haber. Desde 1932, había dado el salto al cine configurando una carrera impresionante en la que ya había trabajado con los mejores en títulos como Gloria de un día (Morning Glory, 1933), Mujercitas (Little Women, 1934), Mary of Scotland (1936), La Fiera de mi Niña (Bringing up Baby, 1939), e Historias de Filadelfia (The Philadelphia Story, 1939), papel que había representado poco antes en los escenarios y con el que consiguió un gran éxito gracias a la adaptación cinematográfica de uno de sus directores predilectos: George Cukor. No fue hasta la década de los 50 que volvió al teatro una vez consolidada su carrera en el cine, con obras como “El mercader de Venecia” (1955), “Mucho ruido y pocas nueces” (1957), o “Antonio y Cleopatra” (1960), realizando diversas giras por Australia, Inglaterra, y EEUU. Era ya claramente una actriz más que consolidada ya que su reconocimiento teatral tanto en crítica como en público lo obtuvo con la obra “La millonaria” (1952).

Después de esta incursión teatral volvió al cine protagonizando el personaje basado en la modista francesa Coco Chanel en el musical “Coco” (1969), por el que fue nominada a su primer Premio Tony; la segunda nominación a estos premios la obtuvo en 1981, gracias a su interpretación en  la obra “The west side waltz”.
   

Hepburn contaba ya por aquel entonces con dos Oscar gracias a Gloria de un día (1933) y Adivina quién viene a cenar esta noche (Guess who's coming to dinner, 1967), además de ocho nominaciones como candidata a mejor actriz. Con El león en invierno (The Lion in Winter, 1968) y En el estanque Dorado (On Golden Pond, 1981) se convirtió en la estrella norteamericana que más Oscar ha conseguido a lo largo de su carrera, cuatro en total, seguida por Meryl Streep, Ingrid Bergman o Jack Nicholson. Los acabó donando todos ya que, fiel a su carácter rebelde, creía que eran pura banalidad y que en realidad no le pertenecían.

Por su parte, Spencer Tracy fue descubierto por John Ford mientras protagonizaba la obra teatral “The last mile” en la década de los 20, su mayor éxito teatral. Con él rodó, en 1930, Up the river, filmando 16 películas en Hollywood en sus tres primeros años como actor cinematográfico. No fue hasta 1935, al firmar con la MGM un contrato en exclusiva, cuando su carrera despega definitivamente y se convierte en una estrella.


Cosechó también Premios de la Academia como ella, dos en concreto, por Capitanes Intrépidos (Captains Courageous, 1937) y Forja de hombres (Boys Town, 1938) aunque fue nominado en siete ocasiones más. Sus interpretaciones más brillantes fueron en El poder y la gloria (The Power and the Glory, 1933), Furia (Fury, 1936), La costilla de Adán (Adam's Rib, 1949), La mujer del año (Woman of the Year, 1942), El último hurra (The Last Hurrah, 1958), La Herencia del Viento (Inherit the Wind, 1960), Vencedores o Vencidos (Judgment at Nuremberg, 1961) y, en especial lugar, Adivina quién viene a cenar esta noche (Guess who's coming to dinner, 1967).

En el momento de conocerse, las circunstancias personales de Tracy eran poco propicias ya que estaba casado por aquel entonces. Debido a sus creencias católicas, nunca quiso divorciarse de su mujer pero esto nunca supuso un obstáculo para amar a Hepburn.

   
La conversación que mantuvieron sólo conocerse es digna de la personalidad única y fuerte de ambos ya que, a la apelación de ella a la baja estatura de él con un “Me parece señor Tracy que es usted demasiado bajito para mí”, la respuesta de él fue paralela con un “No te preocupes Kate, Spencer te humillará hasta rebajarte a su altura” (refiriéndose al cine). De este cruce de opiniones surgió, pues, una historia de amor entre ambos actores que duró 25 años, hasta la muerte de él. En el próximo artículo ahondaremos en esa historia conjunta.