20 de maig del 2011

Smallville concluye su larga trayectoria


Han sido diez años y 218 episodios. Un largo camino para una serie de televisión que ha conseguido superar un gran número de vicisitudes logrando explicar la historia que se planteó desde un principio. Al igual que Lost, Smallville ha concluido cuando era su momento y ha evitado el fantasma de la cancelación, una posibilidad que siempre está presente en la mente de los ejecutivos de las cadenas televisivas.

La WB, que tras fusionarse con UPN, se convirtió en la CW, siempre ha creído en Smallville y, aunque fue cambiando su horario a medida que la audiencia decrecía, la consideró un producto emblemático de la cadena por su éxito en la franja juvenil del público.

Obviamente, en diez años de emisión, la serie ha tenido altibajos a nivel creativo pero la línea general ha sido francamente positiva y, honestamente, creo que ha aportado bastante al universo DC mostrando como se puede adaptar un argumento como éste dentro de unos estándares de corrección y solidez. Se ha demostrado que un producto destinado prioritariamente al público juvenil no tiene por qué caer en chorradas. Alfred Gough y Miles Millar, los showrunners originales, se encargaron de establecer un tono adulto que tratara a la audiencia como a gente inteligente. Quizá por ello la serie nunca ha tenido cifras escandalosas de audiencia. Pero era un precio que valía la pena pagar.

No todo han sido cosas buenas. El lastre de todas las producciones de la CW se ha dejado notar también en Smallville. Y ese lastre se traduce especialmente en el peaje de las relaciones entre personajes, creando situaciones de cierta cursilería que se han dilatado demasiado en el tiempo.

Pero en el lado positivo, tenemos la que creo que ha sido la mejor encarnación de Lex Luthor jamás realizada. Luthor ha sido en Smallville un auténtico motor, incluso cuando no ha estado presente. Su influencia, poder financiero, y ambición desmedida han sido siempre una amenaza real y creible. Además, hemos recorrido un camino con él. Un camino que nos ha enseñado las bases de su temperamento, marcadas por la pérdida de una madre a corta edad y por la imposibilidad de satisfacer a un exigente y dominante padre. Luthor es un hombre que ha tenido que sobreponerse a un entorno que le ha marcado negativamente pero, como heredero de un gran imperio empresarial, ha decidido dejar su huella en la historia de la forma que sea, aplicando un código de actuación que deja la moralidad en segundo plano.

Michael Rosenbaum ha representado de manera ejemplar al Luthor creado por Gough & Millar. Le hemos visto luchando para combatir su oscuro destino, tratando de desviarse de un camino marcado, pero finalmente sucumbiendo a la ambición personal y al afán de notoriedad. Este Luthor poderoso, serio, y capaz de conseguir cualquier objetivo, nunca ha sido representado en el cine. Probablemente le habría ido mejor al personaje en sus sucesivas encarnaciones si algún guionista hubiera decidido dejar la comedia a un lado, y crear a un villano duro y peligroso.

Mención especial para Tom Welling en su papel de Clark Kent. El suyo ha sido también un camino largo en el que ha conseguido representar la evolución de este personaje mítico dejándonos en el momento que ya todos conocemos. Aunque su apariencia física era perfecta, ha representado a un Kal-El dubitativo e inseguro acerca de su futuro papel como protector de la humanidad. No ha sido hasta el final cuando se ha podido mostrar más seguro y resolutivo. Era lo que debía hacer en un argumento de origen del personaje pero sí que es cierto que en alguna ocasión despertaba las ganas de darle un empujón y decirle: "vamos tio, eres Superman, actúa !!!"

El resto del reparto principal ha estado también a la altura de las circunstancias. Destaco especialmente a Justin Hartley (Oliver Queen / Green Arrow), Alison Mack (Chloe Sullivan), Erica Durance (Lois Lane), John Glover (Lionel Luthor), Annette O'Toole (Martha Kent), John Schneider (Jonatahan Kent), Cassidy Freeman (Tess Mercer), James Marsters (Milton Fine / Brainiac), y Callum Blue (Zod).

Estamos, además, ante una serie que ha sido muy respetuosa con el universo DC y nos ha mostrado a los personajes adaptados al mundo de hoy pero siempre con los elementos básicos reconocibles en los comics. En este sentido quiero resaltar la aparición de Hawkman, interpretado por Michael Shanks (Daniel Jackson en Stargate).

De igual forma, los creadores han querido homenajear a todos aquellos intérpretes que han tenido algo que ver con la saga de Superman en el pasado. Y muchos de ellos, han ido apareciendo en papeles puntuales. Como olvidar al desaparecido Christopher Reeve, en el papel del doctor Virgil Swan, a la cabeza de una serie de presencias destacadas como Terence Stamp (que presta su poderosa voz a Jor-El), Margot Kidder, Dean Cain, o Teri Hatcher.

Destacar también al equipo de guionistas en el que destacan dos nombres en particular. Dos comic book authors que han escrito los mejores episodios de la serie. Se trata de Jeph Loeb y Geoff Johns. Su contribución y conocimiento del mundo de Superman ha supuesto un activo enorme para Smallville.

Smallville termina con el convencimiento de haber trazado un camino, un estándar sobre como desarrollar producciones acerca de superhéroes en televisión. Desgraciadamente, este modelo no ha sido seguido por los responsables de Wonder Woman, que tiene el dudoso honor de ser una de las pocas series canceladas antes de emitirse.