8 de novembre del 2019

The Deuce: temporada final




Times Square, mediados de la década de 1980. Los negocios de bares, clubes nocturnos, prostíbulos, sex shops y saunas que los hermanos Vincent y Frankie Martino regentan para el mafioso Rudy Pipilo atraviesan una situación complicada y pierden dinero, en buena parte gracias al plan municipal de vender los edificios del centro a fondos de inversión privados con el fin de limpiar la ciudad. La industria del cine pornográfico también pasa por un bache y una enfermedad desconocida causa estragos entre los neoyorkinos.

La tercera entrega de The Deuce, que se estrenó en septiembre de 2019, cierra la ficción que David Simon y George Pelecanos, los guionistas de Treme, han dedicado a narrar las vidas de un puñado de seres humanos en el corazón de la Gran Manzana. La primera temporada contó los primeros pasos del cine pornográfico en Times Square y cómo los proxenetas explotaban a las mujeres a principios de los setenta, la segunda se centró en los años de esplendor de la industria y el auge de los clubes nocturnos en la era de la música disco, y la tercera entrega de la serie de HBO lleva a los espectadores a 1985 y los sumerge en una época de crisis y profundos cambios.

El cierre de la serie de Simon y Pelecanos es, sencillamente, brillante. Los ocho capítulos de la última entrega de The Deuce narran, con precisión insólita, el comienzo de la gentrificación y la turistificación del centro de Manhattan, cómo el ayuntamiento de Koch recurre a tácticas de dudosa moral y empieza a vender los inmuebles que antes ocupaban los prostíbulos y clubes nocturnos, los mismos que regentan los protagonistas. Mientras tanto, la industria del cine pornográfico se aprovecha de la revolución del VHS y se muda a California, los mafiosos de medio pelo dejan paso a las grandes multinacionales, la comunidad LGBT+ sufre los estragos del SIDA y la violencia callejera y la cocaína sacuden Nueva York, como ya retratase, por ejemplo, La Noche es Nuestra (We Own the Night, 2007). El diseño de producción es asombroso y sorprende cómo, episodio tras episodio, la ciudad de The Deuce recuerda a la que retrató Martin Scorsese en El Rey de la Comedia (The King of Comedy, 1983). 


Como ya hiciera en Show Me a Hero y The Wire, Simon aborda una serie de profundos cambios sociales, con las políticas urbanísticas como eje común, desde una perspectiva crítica e incisiva. Combina la crítica y la denuncia social con el desarrollo de las peripecias de un variopinto grupo de personajes que han evolucionado a golpes, entre triunfos y fracasos varios, y ahora se ven envueltos en situaciones asfixiantes que escapan a su control. No obstante, aún se tienen unos a otros, los vínculos de amistad que se han forjado entre los personajes durante el periodo que recogen las tres entregas de The Deuce se ponen de manifiesto en algunas de las secuencias más memorables de la tercera temporada, por ejemplo el final.

De nuevo cabe reseñar el trabajo del reparto, en especial de Maggie Gyllenhaal. Su Eileen ya se ha consagrado como directora de cine pornográfico, pero no descansará hasta filmar una película seria. James Franco, por su parte, se despide de los gemelos Vincent y Frank, uno de sus papeles más complejos y destacados, a la altura de sus interpretaciones en 127 horas (127 Hours, 2010) y The Disaster Artist (2017). Entre los secundarios, vuelven a brillar actores recurrentes en las series de Simon, caso de Lawrence Gilliard Jr. y de Chris Bauer. Por si estos dos no fueran suficientes, Domenick Lombardozzi, alias Herc en The Wire, también se deja ver un par de capítulos.

Da lástima que The Deuce haya pasado desapercibida entre otras series más afamadas y premiadas. Aquí no hay dragones ni seres fantásticos, pero sí elementos mucho más terroríficos, caso de la especulación inmobiliaria y la discriminación, además de otros inspiradores, como los seres humanos que sufren y se ayudan. La nueva serie de David Simon supone una interesantísima adición a su carrera ejemplar. Atentos a su próximo proyecto, una adaptación de la novela La Conjura contra América, también en HBO.