8 de gener del 2013

El "destino manifiesto" y la ruta hacia el Oeste



La doctrina del destino manifiesto, cuyos principales formuladores fueron el periodista John L. Sullivan y el senador Thomas H. Benton (de Missouri), promulgaba la necesidad de expandirse y ocupar todo el territorio norteamericano. Corría el año 1845 y, en esa época, la retórica rimbombante y mística hacía referencia a lo siguiente: "La reclamación estadounidense se basa legítimamente en nuestro destino manifiesto a expandirnos y a poseer la totalidad del continente que la Providencia nos ha dado [...] para el desarrollo de un gran experimento de libertad y autogobierno."

Con el amparo de estos mensajes expansionistas, la población en constante aumento y necesitada, cada vez más, de nuevas tierras más allá de la frontera natural que suponía el río Mississippi, se empezó a organizar en rutas de éxodo constante hacia los nuevos territorios del Oeste, aún cuando la mayor parte de ellos no pertenecían aún a los Estados Unidos. Es bien conocida la historia de la conquista de California, cuya población de emigrantes era ya muy alta antes de la anexión y el descubrimiento del oro (1848).

La conquista del Oeste es un tema apasionante y muy extenso que merece una serie de especiales que ahonden en los hechos más importantes de un movimiento de población que cambió la faz del continente norteamericano, con luces y sombras, pero ¿qué es, al fin y al cabo, la historia de la humanidad sino una constante sucesión de violentos actos de penetración que cambian esquemas aunque dejan graves consecuencias a su paso ?

Quería abrir esta subsección del blog con un artículo sobre la ruta olvidada. Siempre se habla ampliamente del éxodo a California o a las praderas de Arizona pero pocas veces se comenta la enorme significación de la senda de Oregón. Un éxodo que movilizó, entre 1840 y 1870, a casi 500.000 emigrantes que buscaban con ahínco encontrar unas amplias tierras húmedas, ideales para el cultivo y la ganadería. Oregón no despertó la fiebre del oro como California. Su llamada, transmitida por tramperos y exploradores, se dirigía a familias que necesitaban grandes parcelas para poder establecerse como agricultores. En esta ruta no abundaron tanto los vividores y tahúres. Este fue el camino que eligieron las grandes unidades familiares como proyecto de vida a largo plazo y supuso la dignificación de uno de los fenómenos migratorios más importantes de la historia de Norteamérica.