17 d’agost del 2011

Cómo perder a una futura estrella


En 1930, Clark Gable triunfaba en los escenarios de todo el país y se le consideraba una apuesta segura para la industria del cine. Tras debutar con pequeños papeles en films de serie B, le llegó una propuesta de Warner Brothers para protagonizar uno de los grandes dramas criminales que siempre caracterizaron al estudio de Burbank. Se trataba de Little Caesar, cuyo argumento giraba en torno a la ascensión y caída de Caesar "Rico" Bandello en el Hampa Dorada de Chicago.

Gable hizo la prueba para asumir alguno de los papeles secundarios pero el productor Darryl F. Zanuck (que posteriormente se convertiría en el jefe de 20th Century Fox) decidió descartarlo citando una frase que ha pasado a los anales de la historia del cine: "Sus orejas son demasiado grandes y se parece a un simio". Zanuck creyó estar ante un actor sin futuro, sin posibilidades. Durante los años siguientes, debió tragar mucho orgullo a medida que Gable se iba afianzando hasta convertirse en uno de los grandes galanes de Hollywood, llegando a ser conocido con el sobrenombre de "The King".

Pero volvamos a 1930 para saber qué le ocurrió immediatamente después de ser rechazado. Resultó que el jefe de producción de Metro Goldwyn Mayer, el mítico Irving Thalberg, sí creyó en sus posibilidades y le contrató en exclusiva para el estudio. Su relación contractual se fue prorrogando hasta 1953. Durante más de dos décadas (con un paréntesis obligado por la participación de Gable en la Segunda Guerra Mundial) trabajó en más de 40 películas entre las cuales destacan Vuelo Nocturno (1933), Sucedió una Noche (1934) - por la que ganó el Oscar al mejor actor -, El Enemigo Público Número 1 (1934), La tragedia de la Bounty (1935), San Francisco (1936), Fruto Dorado (1940), Mercaderes de Ilusiones (1947), Sublime Decisión (1948), Indianapolis (1950), y Mogambo (1953).

En 1939, Gable protagonizó Lo que el Viento se Llevó, gracias a las negociaciones que David O. Selznick mantuvo con MGM para conseguir su cesión temporal. Pero esa es otra historia.

Tras Mogambo, Gable decidió convertirse en free agent y buscar proyectos por sí mismo. A esta época pertenecen títulos como La Esclava Libre (1957), Torpedo (1958) y su última película, Vidas rebeldes (1961), donde probablemente logró su mejor interpretación.

Hay estudiosos y analistas del mundo del cine que sostienen la teoría de que Warner Brothers (por su especialidad en dramas y películas de fuerte contenido) habría sido mejor para Clark Gable. En cualquier caso, atengámonos a los hechos y dejemos las hipótesis para aquellos que pueden dedicar su tiempo a realizar tesis doctorales sobre el tema.