2 de març del 2015

Spielberg on Spielberg: 1941 (1979)


Pocas veces se le ha preguntado a Steven Spielberg por la película 1941. En las ocasiones en que eso ha sucedido, el director ha afirmado que no se arrepiente de haberla rodado y que le parece un film correcto aunque admite que no supo dotarla del grado de diversión que requería. Incluso el maestro Stanley Kubrick dijo, tras verla, que 1941 le pareció buena pero no lo suficientemente divertida. Por tanto, estamos ante un título que algunos han reivindicado como una apuesta valiente e incomprendida. 

En mi opinión, 1941 parte de una idea interesante pero el estilo cómico que preside el resto del metraje es excesivamente ridículo y desajustado. El director da la impresión de no dominar el género y su categoría como narrador desaparece por completo en el marco de una película caótica. Creo que se trata, sin duda alguna, del peor film de su carrera como director.

Pero vayamos al inicio de todo. Tras el estreno de Encuentros en la Tercera Fase, Spielberg y George Lucas empezaron a planificar un gran proyecto de aventuras centrado en un arqueólogo llamado Indiana Jones. Como veremos en un próximo artículo, Lucas conquistó a Spielberg con la premisa argumental pero debía buscar financiación. Con tiempo por delante, el de Ohio empezó a considerar un guión que habían escrito dos graduados de la University of Southern California (USC): Robert Zemeckis y Bob Gale.

Spielberg había quedado impresionado con el proyecto de fin de carrera de Zemeckis, un cortometraje titulado A Field of Honor. Contactó con él y se convirtió en productor ejecutivo de sus dos primeras películas: I Wanna Hold Your Hand (1978) y Used Cars (1980). Más tarde, en los 80, siguió apoyándole cuando presentó el proyecto Regreso al Futuro (Back to the Future, 1985), también co-escrito con Bob Gale. Recordemos que cuando Zemeckis ganó el Oscar como mejor director por Forrest Gump (1994), agradeció muy especialmente el apoyo de Spielberg cuando nadie más creía en él.

Spielberg, George Lucas y John Milius en el set de rodaje de 1941

Pero regresemos al momento en que leyó el guión de Zemeckis & Gale. Ambos libretistas habían contado con la colaboración de John Milius, otro de los grandes narradores de la época y miembro del selecto grupo de amigos integrado por Coppola, Scorsese, Lucas, De Palma y Spielberg. Se basaba tangencialmente en un hecho real puesto que justo después del ataque a Pearl Harbor, un submarino japonés llegó a la costa de California y abrió fuego contra una refinería de petróleo. Ese hecho conmocionó aún más a una sociedad que acababa de ser golpeada por el primer ataque exterior en 130 años. Conocedores de ese hecho aislado, los guionistas hilvanaron una trama en la que un submarino japonés se propone atacar Hollywood, un auténtico símbolo de poder cuya destrucción resonaría en todo el mundo. Sin embargo, son los propios norteamericanos los que se bastan solos para llevar el caos a la ciudad de Los Angeles.

A Spielberg le encantó el guión y su tono de comedia disparatada. Con referencias constantes a la industria del cine y a lugares emblemáticos de la ciudad, le parecía una apuesta de diversión asegurada. El libreto contenía multitud de personajes pero todos eran ficticios excepto uno: el general Joseph W. Stilwell. Para ese papel, Spielberg pensó en dar la gran campanada y reclutar a toda una leyenda ya retirada: John Wayne. Ambos se habían conocido en el funeral de Joan Crawford. Pero Wayne leyó el guión y telefoneó a Spielberg con un mensaje claro:
"No hagas la película, va contra todo lo que representa América. Tú eres mejor que eso. Esta fue una guerra muy importante y tú vas a crear diversión sobre un suceso que costó miles de vidas en Pearl Harbor. La Segunda Guerra Mundial no admite bromas."
Tras la firme negativa de Wayne, Spielberg contactó con Charlton Heston pero éste también rechazó la oferta. La tercera opción acabó siendo Robert Stack quien fue todo un acierto explorando una faceta cómica que mantendría en Aterriza como Puedas (Airplane!, 1980). En cuanto al resto del reparto, el director pudo disponer de los mejores cómicos jóvenes del momento: John Belushi, Dan Aykroyd, y John Candy. Volvió a contar con Lorraine Gary y Murray Hamilton (ambos estuvieron en Jaws) y fichó a Ned Beatty (recién salido de Superman), Warren Oates, Tim Matheson, Treat Williams, Nancy Allen (esposa de De Palma), Bobby Di Cicco, Slim Pickens y Lionel Stander. Para los importantes personajes del submarino japonés incluso pudo contar con Toshiro Mifune y Christopher Lee. En cuanto a los cameos, podemos ver a John Landis, James Caan y el debut cinematográfico de Mickey Rourke.


La película contenía referencias a las cintas anteriores de Spielberg pero la más importante sucede al inicio con la secuencia en que Susan Blacklinie reproduce su trabajo en Jaws. Aunque, en esta ocasión, lo que la sorprende es el periscopio de un submarino. Más adelante, reaparece también la gasolinera que habíamos visto en Duel.

Spielberg admite que los mayores problemas de la película surgieron de su entusiasmo desmedido después de haber encadenado dos grandes éxitos. El director se creía capaz de todo y buscaba un perfeccionismo casi imposible. En este sentido, lo que ocurrió con 1941 fue una lección necesaria para él.
"Tenía que perfeccionar cada ángulo. Tenía que esperar a la luz adecuada. Era demasiado puntilloso y meticuloso. Llegué a hacer veinte tomas de escenas que tendrían que haber sido para la segunda unidad. Dirigí todas las miniaturas. Debería haber tenido una unidad de miniaturas para que filmase la secuencia de la noria rodando muelle abajo. La filmó una primera unidad a la que le pagaban dólares de primera unidad."

Todo ello precipitó que el rodaje se alargara más de lo previsto y se gastara demasiado dinero en una película rodada principalmente en interiores.
"Creo que lo que mató la comedia fue la cantidad de destrucción y el nivel de ruido. A menudo describo 1941 como la sensación de tener metida la cabeza dentro de un pinball mientras alguien le da a las paletas una y otra vez. En el preestreno de Dallas, el público empezó a reirse muchísimo con la escena inicial de Susan. Pensé que tenía una comedia de éxito pero esas risas terminaron con esa escena. Cuando empezó de verdad la película, se oyeron solo unas cuantas risas en dos horas. Además, hice volar demasiadas cosas y la sensación de ruido bloqueaba al público."

Ante una cinta que sobre el papel tenía todas las de ganar, Universal y Columbia decidieron unirse para distribuirla. El presupuesto era muy alto para la época, 35 millones de dólares, y la recaudación final llegó a a los 94 millones, una cifra que sin ser un fracaso estaba muy lejos de lo que ambos estudios tenían en mente. El público no sintonizó con la apuesta por una comedia grotesca aunque la excepción se dio en Francia, Alemania y Japón donde cosechó éxito de crítica y público. Reírse de los americanos fue, sin lugar a dudas, lo que impulsó a los espectadores de esos países para ir al cine.

Como suele suceder en la carrera de Spielberg, su equipo de grandes colaboradores ha ido surgiendo de forma progresiva. Primero fue John Williams, después Michael Kahn, y en esta película Kathleen Kennedy. Ella era la secretaria personal de John Milius, productor ejecutivo en 1941. A partir de ese momento, se convirtió en persona de confianza de Spielberg al máximo nivel. En 1981 fundaron, junto a Frank Marshall, la productora Amblin Entertainment (el nombre del film amateur de Spielberg). Con el tiempo, la carrera de Kennedy como productora fue en ascenso logrando éxito tras éxito. Actualmente, como es bien conocido, ocupa el cargo de Presidenta en Lucasfilm.