25 d’octubre del 2013

The Walking Dead cuarta temporada: más allá de los muros de la prisión

Eva Buendía regresa al blog para hablarnos de las premisas de la nueva temporada de The Walking Dead. Ávida lectora de los cómics de Robert Kirkman, conoce detalles que quizá ocurran en el futuro. Pero no temáis por los spoilers. Eva ha construido un texto muy prudente y no revela nada acerca del hipotético destino que esté reservado para los personajes principales. Os dejo con su reseña.



La cuarta entrega de la serie “The Walking Dead” ha empezado rugiendo como nunca.

Esta serie, reflejo de la adaptación de las ideas post-apocalípticas en formato de cómic de su creador Robert Kirkman, nos lleva de la mano de sus protagonistas principales a través de la nueva Historia de la Raza Humana que se genera a raíz del virus (en pleno siglo XXI) que ha hecho convertir a casi toda la población en muertos vivientes, personas enfermas que únicamente conservan el instinto de supervivencia para matar y poder comer, todo ello sin ningún atisbo de consciencia.

En este primer episodio podemos ver cómo han transcurrido unos meses desde el final de la tercera temporada, en la que el Gobernador organizó un batallón de ciudadanos de Woodbury, refugio de decenas de personas que intentaban escapar y estar a salvo de las hordas de zombies, y atacó la cárcel donde se refugia el elenco protagonista de la serie. Esta confrontación entre los dos grupos por marcar territorio acabó siendo una verdadera lucha encarnizada donde el enemigo del hombre fue el propio hombre, en clarísima paradoja hacia los zombies que, por el contrario, estaban controlados fuera de las murallas de la cárcel.


Creo que este salto en el tiempo le ha ido muy bien a la serie. Como fiel seguidora que soy del cómic de Kirkman, no se puede dar el mismo ritmo a un formato que a otro, la serie tiene que captar muchísimo más la atención de los espectadores para que estos no pierdan el interés en seguir siguiéndola, lo que la obliga a ser mucho más ágil y amena en su narración.

No puedo dar muchos detalles sobre según qué aspectos de lo que irá sucediendo para todos aquellos que no se hayan leído el cómic pero sí puedo decir que los guionistas de la serie (en colaboración con el propio Kirkman) han decidido juntar hechos que suceden en el primero junto con otros que, también en el cómic, suceden después de que hayan tenido que abandonar la cárcel. Es decir, en el cómic, una vez producido el ataque a la prisión, el grupo protagonista ya no sigue viviendo en ella, deben huir, con lo que todos ellos se dispersan debido a la confusión del momento y el instinto de supervivencia. Por ejemplo, lo que hemos visto en el primer capítulo de esta cuarta temporada (la colonia que han formado con sus leyes y normas sociales, clases para los más pequeños en la biblioteca, y el cultivo de los campos) en el cómic se da antes de que se produzca el ataque, no después, ya que sus vidas toman, en el formato original, un nuevo rumbo drástico e inesperado al verse atacados por el terrible Gobernador, el cual perece al final del ataque a manos de su propia gente. Es en ese mismo ataque en el cómic cuando muere Lori (la esposa de Rick) y la bebé recién nacida y a la primera jamás la vemos convertirse en zombie una vez muerta. Como podemos observar, la adaptación en serie ha llevado a hacer algunos cambios bastante importantes en el guión que han afectado la evolución de algunos de sus personajes principales. No olvidemos que Shane, el amigo de Rick y amante de su esposa, en el cómic muere a los pocos capítulos pero, en cambio, en la serie vieron que le podían dar mucho más juego y su personaje se extendió.


Aún así, con todos estos cambios, encuentro que han sabido montarlo muy bien ya que, esta unión entre lo que sucede en el futuro en el cómic más lo que ya ha sucedido en la serie, puede dar muy buenos e interesantes resultados…

Veamos… como ya nos hacen ver desde el final de este episodio, ha aparecido una nueva forma de manifestación del virus. ¿Qué le ha sucedido al chico que se transforma sin que haya tenido contacto con ninguno de los caminantes ni haya muerto por otras circunstancias y que, por lo tanto, una vez muerto haya tenido lugar la mutación, como descubrieron en la primera temporada que les acabará sucediendo a todos ellos el día que mueran por la causa que sea? ¿Está relacionado con la muerte súbita de la cerda que tienen en la piara? ¿Es que el virus ha mutado y ahora hay que añadir más riesgos de infección? ¿A quién atacará el muchacho que se ha transformado en el sótano de la cárcel sin que nadie se haya percatado antes de que lo puedan controlar?

Y el temible Gobernador… ¿dónde está? ¿Cuándo volverá a atacar? ¿Logrará Michonne darle caza antes de que él vuelva a intentar dañarlos?


¿Les queda mucho tiempo a nuestros protagonistas para estar juntos o pronto habrá que volver a empezar de nuevo en otra parte ahora que, por fin, se han logrado estabilizar las cosas?

Son muchos los interrogantes que nos plantean desde un primer momento pero es una secuencia lógica que deberá suceder ya que, en un mundo dominado por seres irracionales portadores de un virus atroz y aniquilador, nada es seguro y ningún personaje tiene la plena supervivencia. Este es uno de los factores por los que apostó Kirkman desde un principio y con el que me siento muy identificada: si sucediera de verdad, nadie estaría a salvo; entonces… ¿quién dice que los protagonistas con los que nos hemos identificado tanto tengan que serlo? Esta incertidumbre constante de que cualquiera de ellos puede morir es un aliciente que hace que sus millones de seguidores nunca pierdan la curiosidad sobre lo que está aún por suceder.


Sé, por haber leído el cómic hasta que la historia está mucho más avanzada, que quedan muchas sorpresas que dejarán a sus seguidores en el formato televisivo con la boca más que abierta… y, desde esta nueva oportunidad que me da Néstor en su magnífico blog de poder escribir y comentar sobre una de mis series preferidas actuales, solo me queda recomendar fervientemente que nadie se pierda esta cuarta temporada ya que está plagada de giros espectaculares de guión que, aunque no sucedan igual que en el libro, deberán ser contados de alguna manera si se quiere continuar unas cuantas temporadas más. Habrá emoción, intriga, y lágrimas, muchas lágrimas…

Y me gusta haber visto que hayan dado un giro espectacular a la hora de retratar a unos niños no  tan inocentes, tomando clases con Carol sobre cómo clavar un cuchillo y matar a conciencia a los caminantes o la transformación de uno de ellos al final del capítulo como ya he comentado hace unas líneas… sería una realidad inevitable en el caso de que sucediera algo parecido en nuestra sociedad, lamentablemente. Ese realismo constante es otro de los artífices del éxito del cómic y ahora también de la serie.

La cuarta temporada de “The Walking Dead” ha empezado, pues, con mucha fuerza. Veamos hacia dónde nos lleva y qué sorpresas mayúsculas nos vamos encontrando por el camino. La vida estable que creen sus protagonistas haber encontrado al fin no es, ni mucho menos, lo que se van a encontrar en realidad.

Iremos comentando…