21 de febrer del 2011

Grandes personajes que merecen un biopic

El subgénero del biopic ha sido cultivado extensamente a lo largo de la historia del cine. Sin embargo, hay muchos personajes que aún no han tenido el suyo o bien no han sido justamente representados en otros films.

He elegido una serie de grandes figuras, muy destacadas en sus campos, cuyas vidas podrían generar biopics sumamente interesantes. Analizemos caso por caso:

Wernher von Braun (1912-1977)


Lo apuntaba Octopus hace unos días. El mejor ingeniero de cohetes de la historia no ha sido adecuadamente inmortalizado en un film biográfico. Ingeniero del Partido Nazi, adscrito a las SS, fue reclutado por los norteamericanos, al término de la Segunda Guerra Mundial, para que trabajara en el desarrollo del programa de misiles balísticos. Con el tiempo, se le requirió para el campo civil al integrarse en la recién creada NASA con el cometido de crear propulsores para las misiones del nuevo programa espacial. Al mando del Centro Espacial Marshall, Von Braun fue el principal arquitecto del Saturno V, el poderoso propulsor que llevó al Apollo XI a la Luna. Convertido en ciudadano de los Estados Unidos en 1955, el brillante ingeniero obtuvo distinciones y enormes reconocimientos hasta el final de sus días. Una vida apasionante que podría dar lugar a una gran película.


Thomas Edison (1847-1931)


Aunque en 1940 se estrenó un biopic protagonizado por Spencer Tracy, creo que podemos estar de acuerdo en que sería muy interesante una nueva versión, realizada con los medios actuales, que pudiera mostrar con más escala y rotundidad la epopeya de este luchador incansable que nunca se desanimó ante los numerosos fracasos obtenidos en aras de conseguir una bombilla eléctrica durable.


Jules Verne (1828-1905)


Hemos visto innumerables versiones de sus famosas novelas pero nunca nos ha sido posible adentrarnos en el la vida del hombre que las creó. ¿ Quién era Jules Verne ?, ¿Cuáles fueron los obstáculos que tuvo que superar para asentarse en el mundo de la literatura ?, ¿pudo llegar a pensar que algún día su trabajo sería absolutamente universal ?.


Eleanor Roosevelt (1884-1962)


El Presidente Franklin Delano Roosevelt ha sido representado en un buen número de películas. Pero la enorme significación de su esposa, Eleanor, no ha sido adecuadamente reseñada. Fue una persona de enormes convicciones y una luchadora tenaz por los derechos de la mujer en una época en que éstas no tenían ni voz ni voto. Como Primera Dama, transformó la visión que el país tenía sobre las esposas de los Presidentes. Fue la primera en tener una agenda propia de actos y destacó especialmente en sus periódicos discursos. Desde la Casa Blanca fue una abanderada de la libertad y la democracia. Siguió con sus actividades sociales tras la muerte de su esposo y mantuvo una asesoría en las administraciones de Harry S. Truman. Estas vidas largas y épicas deberían generar un film biográfico amplio, largo en el tiempo, y serían necesarias un par de actrices para dar vida a la señora Roosevelt. No puedo pensar en nadie más indicado que Kathy Bates para interpretarla a partir de 1933.


Marlene Dietrich (1901-1992)



Una larga vida dedicada al mundo del espectáculo. Desde sus inicios en el teatro y el cine alemán hasta su desembarco en Hollywood de la mano de Josef Von Sternberg. Fue la diva de la Alemania de los años 20 aunque ya no estaba en el país cuando Hitler se hizo con el poder (1933). Ciudadana estadounidense desde 1939, Dietrich se convirtió en una de las actrices míticas del cine clásico manteniendo su prestigio una vez decidió retirarse del cine, en la década de los 60.



Darryl F. Zanuck (1902-1979)


Cuando se habla de los pioneros de Hollywood, muchos nombres salen a la palestra. Warner, Cohn, Zukor, Disney, Selznick... y, por supuesto, Zanuck. Creador del imperio cinematográfico de la 20th Century Fox, Zanuck dirigió los destinos del estudio desde 1933 hasta 1955 y, después de un paréntesis en que quiso convertirse en productor independiente, regresó a Estados Unidos para volver a ponerse al frente de la major en 1962. Una vez nombró a su hijo, el también productor Richard D. Zanuck (Tiburón), como jefe de operaciones de la Fox, el patriarca cedió a las luchas de poder internas y abandonó su "casa" en 1971.
En él encontramos todas las características del jefe de estudio clásico: autoridad, supervisión enfermiza de todas las producciones, amiguismos, preferencias, y dureza en la negociación. Pero también fue un grandísimo profesional y su inteligencia le permitía ver hasta cuando podía tensar la cuerda en la supervisión de una película. Por eso tuvo a los mejores a sus órdenes y por eso también fue admirado por todos los que colaboraron con él.


Errol Flynn (1909-1959)


Juerguista, bebedor, adicto a los narcóticos, mujeriego, jugador... todas ellas características del glamuroso Errol Flynn. Nacido en Australia, pronto despertó su vocación para la interpretación y buscó su oportunidad en Inglaterra. Durante uno de los rodajes, llamó la atención de un ejecutivo de la Warner Brothers, que lo fichó inmediatamente. En Hollywood tomó el relevo de Douglas Fairbanks como el nuevo héroe del cine de aventuras y le dió a Warner grandísimos éxitos cada año.
Pero en la postguerra, con el cambio de gustos del público, el estilo de Flynn fue cada vez menos solicitado para grandes producciones. Así fue como continuó su carrera con un bodrio tras otro hasta que el alcohol y las drogas le convirtieron en una parodia de sí mismo. Había envejecido prematuramente y no encontraba sitio en los proyectos interesantes. Sin embargo, su tenacidad le permitió seguir trabajando hasta su temprano fallecimiento. Un biopic ofrecería una visión poco conocida acerca de la persona real que se escondía tras aquél rufián de sonrisa inconfundible. Jude Law podría hacer un buen trabajo dándole vida. Así lo pensó Scorsese cuando le fichó para una pequeña intervención en El Aviador.


Gene Roddenberry (1921-1991)



El cine podría permitirnos conocer la vida del hombre que creó Star Trek. Tras tantas series y películas, sería fantástico adentrarnos en las peripecias de este individuo visionario en su afán de poner en marcha una serie en los 60, que rompía con tantas barreras en todos los sentidos. Ver como esta ambiciosa serie fue cancelada tras la tercera temporada, sería un poderoso preludio a la tenacidad de Roddenberry para continuar con un proyecto que estaba convencido que acabaría triunfando. Y así fue como, a finales de los 70, con la llegada de las primeras películas, la saga se asentó y vivió, en los años posteriores, su etapa de mayor efervescencia y expansión. Un canto a la fuerza de voluntad y a los sueños cumplidos.

Mary Shelley (1797-1851)


¿ Cómo pudo salir de la mente de una dama de la alta sociedad un relato tan oscuro y contundente ?, ¿ había algo en la vida de Mary Shelley que la llevó a transitar por senderos tan tenebrosos ?
La creadora de la mítica novela de Frankenstein ofrecería una posibilidad espléndida para un director de técnica visual moderna. Ambientada en el siglo XIX, un director hábil podría intercalar la vida de Shelley con una especie de flashbacks oníricos que nos dibujaran trazos de la creación del monstruo por parte del obsesivo doctor Frankenstein.


Arnold "Red" Auerbach (1917-2006)


En una época en que hemos asistido a un buen número de películas ubicadas en el terreno deportivo, se echa en falta un biopic sobre un entrenador revolucionario.
Red Auerbach llegó al banquillo de los Boston Celtics en 1950, cuando la NBA acababa de empezar, el baloncesto tenía poco interés para el público, y el equipo de Massachussetts era un conjunto perdedor y mediocre.
Dotado de una enorme visión para descubrir el talento, los Celtics se fueron haciendo más fuertes cada año hasta conseguir el primer título de campeón en 1957. Ese anillo fue la antesala para la consolidación de la dinastía de triunfos más sólida jamás vista en los deportes americanos. Auerbach construyó un equipo desde la nada. Fichó jugadores talentosos, en apuestas de mucho riesgo, y consiguió que formaran un auténtico equipo. Construyó un grupo muy cohesionado donde las individualidades estaban al servicio del equipo. Una máquina arrolladora que consiguió título tras título superando a equipos que contaban con grandísimos jugadores pero que nunca consiguieron doblegar la fuerza grupal de los Celtics.
Una película que empezara con las épocas más difíciles y contara como Auerbach iba fortaleciendo el equipo con jugadores como Macaulay, Cousy, Russell, Sharman, Heinsohn, Sam Jones, Havlicek, etc... sería muy bienvenida. La conclusión llegaría en 1966 cuando Auerbach decide dejar el banquillo entregándole la dirección al más avezado de sus discípulos, el mítico Bill Russell. Un montaje de imágenes reales subsiguientes podría explicar los numerosos éxitos de Auerbach como general manager y presidente del equipo más laureado de la NBA.